Este es un artículo escrito por mi invitada Ana Costa, psicóloga y terapeuta experta en mindfullness para gestionar el estres.
Ella ha conseguido crear de cero un proyecto online que ahora no para de sonar y le he pedido que comparta su experiencia como profesional y como persona pues sabe bien a todo lo que hay que enfrentarse cuando quieres crear tu marca como profesional del desarrolo personal en Internet.
Desde aquí, gracias Ana por compartir esto con mis lectores que estoy segura que les ayudará muchísimo.
Hola, ¿Cómo estás?
Si estás embarcado en la gran aventura de crear un proyecto de desarrollo personal online, estoy segurísima de que ahora mismo te están asaltando un montón de miedos que te generan un estrés enorme.
Si es así, sigue leyendo, que te quiero ayudar 😉
Para empezar, yo clasificaría los miedos más comunes a los que, seguramente, te vas a enfrentar, en dos categorías:
- Los externos: dependen de las circunstancias externas, aunque, evidentemente, la forma en cómo los afrontes y tu actitud ante ellos va a ser determinante.
- Los internos: es decir, que están solo en tu cabeza, los generas tú mismo y dependen solo de ti.
En este artículo, voy a hablar de tus miedos externos y de cómo puedes hacer para manejar el gran estrés que te provocan, y los otros, los dejaré para más adelante 😉
¿Me acompañas?
Tabla de contenidos de este post
PRINCIPALES MIEDOS EXTERNOS QUE PUEDES SENTIR Y CÓMO MANEJARLOS:
MIEDO A LA TECNOLOGÍA:
Frente a ese problema, que es muy común, tienes 3 opciones:
- Renegar de ella y quedarte atrás: Evidentemente, si vas a centrarte en trabajar online, ¡no es la solución!
- Hacerlo tú: Salvo que tengas muchos conocimientos tecnológicos y puedas hacerlo con facilidad, tampoco te lo recomiendo para nada, porque, perderás un tiempo precioso, los resultados no serán tan buenos y, al final, seguramente, tendrás que terminar contratando a alguien, por lo que también te supondrá un gasto extra.
- DELEGA: sin duda, la mejor opción. Búscate un buen profesional de tu confianza y verás qué alivio y qué dolor de cabeza te habrás quitado de encima. ¡Te lo digo por experiencia! Yo al principio también pensaba que podía hacerlo yo misma, pero, ahora prefiero pagar para ello y, mientras tanto, dedicarme a lo que de verdad se me da bien y me genera más ingresos.
MIEDO A QUE TE VAYA MAL:
Por supuesto, cuando uno emprende por su cuenta, siempre está el posible riesgo de que vaya mal y que no sea tan rentable económicamente como para poder vivir de ello.
Pero, hay muchísimas cosas que tú puedes hacer para minimizar ese riesgo. ¿Te cuento qué? Además de todo lo que ya te he comentado hasta ahora:
- Especialízate: Qué problema resuelves, a quién y cómo. Esa es la base fundamental de la que debes partir. Define bien tu cliente ideal, especialízate en un único problema y elabora tu propio método.
- Diferénciate: Aporta eso que solo tú puedes aportar y que te hace único y diferente.
- No tengas miedo a los cambios: Reinvéntate a menudo. Si no te funciona una estrategia, cámbiala, una y otra vez hasta que funcione. Sorprende a tus clientes con nuevas propuestas y estrategias. Diviérteles, entretenles, emociónales, conmuéveles, hazles sentir y vivir grandes experiencias. Sé valiente y lánzate de cabeza a nuevos retos. Solo así, podrás pedirle a tus clientes que hagan lo mismo.
- CONFÍA: Actúa con honestidad, coherencia y verdad desde el corazón y ten por seguro que todo te irá bien. Confía en ti, en tu valor, en tus capacidades. ¡Y confía en tu intuición, que es muy sabia!
- Actúa con cabeza: no saltes a la piscina, si aún no tiene suficiente agua. Ten paciencia, persiste en tus propósitos, invierte tiempo, con tranquilidad, con calma…
- Pide ayuda: No nacemos enseñados. Busca a alguien que te oriente y te enseñe estrategias que funcionan, para que tu negocio sea rentable.
Yo tengo que decir que la escuela online de Ana Sastre “Inspira el Cambio”
ha sido mi salvavidas y lo que ha impulsado mi proyecto definitivamente. ¡Te la recomiendo con los ojos cerrados!
MIEDO A LA INESTABILIDAD:
Sí, ya sé cómo es este negocio nuestro. Un mes no sabes de dónde sacar más horas para poder atender a todas las peticiones que te llueven. Y, en cambio, en el siguiente, no sabes qué más hacer para llenar tu agenda. Pero claro, ¡tus facturas sí que son estabilísimas y tú tienes que pagarlas siempre, te vaya como te vaya!
Está claro que las variaciones son inevitables y, muchas veces, dependen de factores externos que no están bajo tu control. Pero, hay algunas cosas que sí puedes hacer para minimizarlas. ¿Te cuento cuáles?:
- No pongas todos los huevos en la misma cesta: Si te lo juegas todo a una sola carta y esta te sale mal, no vas a poder continuar. Por eso, es muy conveniente trabajar en diferentes frentes. Además de tu actividad habitual, realiza otras actividades que te puedan beneficiar. Por ejemplo: escribe en un blog, elabora productos descargables para tus clientes, haz algún taller de vez en cuando, plantéate realizar algún webinar online, etc.
- Diversifica tus servicios: Por ejemplo presencial y online, terapia individual y terapia de grupos, talleres intensivos y talleres de larga duración, diferentes programas centrados en diferentes problemas, o en el mismo problema, pero de dificultad creciente, etc., de manera que tus clientes siempre puedan encontrar en tu web algún producto o servicio tuyo que les pueda ayudar.
- Ingresos pasivos: ¿Qué son los ingresos pasivos? Son ingresos que recibes, sin que tú tengas que hacer nada (o casi), mientras te dedicas a otras cosas. ¿Interesante, verdad? Por ejemplo, provienen de comisiones que te llevas por difundir productos de otros (talleres o programas de algún colega de profesión). También pueden ser ingresos que recibes por vender algún producto tuyo online y de manera automática. Por ejemplo, trabajas una vez elaborando un e-book, un programa o un curso descargables, y después los pones a la venta en tu web, de manera que puedes venderlos infinitas veces, cada vez que alguien decida comprarlos. Son una buena manera de tener unos ingresos extras que te ayuden a que estos sean más regulares.
- Coopera con profesionales afines a ti: Si difundes los servicios de otros (por ejemplo, en áreas en las que tú no trabajas), estarás aportando más valor a tus clientes y conseguirás que más personas se beneficien. Tus clientes quedarán más contentos y te recomendarán más. Además, si derivas clientes tuyos a otros compañeros (porque tú no puedas atenderlos, por tener tu agenda llena, o porque sea un problema en el que no les puedes ayudar), seguramente, ellos harán lo mismo contigo y será una forma de que más personas te conozcan. Nunca digas que no, (salvo que realmente no puedas hacerlo) cuando un colega te pida colaboración, aunque sea en algo gratuito. Todo suma y ayuda a que te conozcan y son más oportunidades para que puedas difundir tus servicios.
- Realiza actividades presenciales extra, aparte de tu actividad online: Por ejemplo, charlas y conferencias, talleres, retiros intensivos, invitar a expertos de una temática determinada, colaborar en prensa o en programas de radio o televisión, etc. Aportarás más valor, te conocerán más y, con ello, a la larga, tus ingresos se estabilizarán.
Si quieres más ideas y no sabes muy bien por dónde tirar, de nuevo te recomiendo el acompañamiento de Ana: su mentoría individual o su programa de mentoring grupal te darán ese impulso que necesitas, ¡segurísimo! 😉
MIEDO A LA COMPETENCIA:
¿Te asusta que otros copien tus ideas y se beneficien de tu trabajo y tu esfuerzo? ¿Tienes miedo de que demasiadas personas se dediquen a lo mismo que tú y no haya suficiente para todos? ¿Recelas de otros profesionales de tu ámbito, por si se aprovechan de que a ti te vaya bien? ¡Entonces, tienes un problema!
Lo sé, es algo muy común y a mí también me pasaba. Hasta que descubrí que era todo lo contrario y cambié el chip. De repente, un día descubrí que, si me rodeaba de profesionales afines, cooperaba con ellos y compartíamos conocimientos, al final, resultaba que nos beneficiábamos todos.
Si somos muchos, ofrecemos mucho más valor y atraemos a muchas más personas. Como resulta que nadie es igual y cada uno está especializado en algo diferente y trabaja de una determinada manera y con un enfoque propio, entonces, en lugar de entorpecernos y perjudicarnos, en realidad, lo que sucede es que nos complementamos unos a otros, y, juntos, podemos ofrecer muchísimo más, además de enriquecernos mutuamente.
Te propongo la COOPETENCIA (Cooperación + Competencia = ganamos todos) frente a la COMPETENCIA (unos ganan y otros pierden).
Más personas no suman, sino que multiplican. Crea una gran red de contactos afines para colaborar, aprender y crecer juntos y, entre todos, aportaréis muchísimo más y ganaréis también mucho más que si lo hicierais por separado (y, por supuesto, no me refiero solo al tema económico).
Ana te lo explica de una forma muy clara en este artículo que te recomiendo especialmente.
MIEDO A QUE TE PILLE HACIENDA, SI NO ESTÁS DADO DE ALTA:
Entiendo perfectamente cómo te sientes, porque yo he estado igual. Tienes miedo de entramparte hasta el cuello, teniendo que pagarle cada mes a Hacienda, cuando todavía ni siquiera tienes claro si te va a ir bien o no, ni si vas a ganar suficiente como para poder pagar sin sufrir. Y, claro, una vez que te das de alta, ya es algo fijo que, sí o sí, tienes que afrontar cada mes, además, de todo el papeleo que conlleva y eso, la verdad es que asusta mucho.
¿Quieres un consejo?: date de alta en cuanto puedas.
Yo también tenía ese miedo, pero, con el tiempo vi que, en realidad, era todo MENTAL. Es más el miedo a emprender (al darte de alta a Hacienda es como “retratarte y hacerlo ya oficial”) que a Hacienda en sí, ¿a que sí?
Si no has estado de alta en los últimos 5 años, puedes beneficiarte de la LEY DE EMPRENDEDORES que supone muchas ventajas para empezar, entre ellas, la tarifa plana de 50 Euros los 6 primeros meses (que, si no me equivoco, están a punto de ampliar a dos años, si no lo han hecho ya) y que luego va subiendo de forma escalonada, por lo que tienes bonificaciones y descuentos durante los primeros años de tu actividad, lo cual está genial, ¿verdad?
Pero, además, si te das de alta, te irá mejor, por 2 razones:
- Tendrás más tranquilidad por tenerlo todo en regla y no estarás todo el tiempo sufriendo por si te “cazan”.
- Aumentarás tu esfuerzo por conseguir más clientes (ahora tienes que pagar), pero, resulta que podrás hacerlo al 100% porque, como ya no tendrás nada que esconder, podrás tener toda la visibilidad que quieras, sin problema.
Yo también tuve mucho miedo, pero, puedo decir que, desde que di el paso, me ha ido mucho mejor y he notado una gran diferencia en mi forma de trabajar. Es esa sensación de hacer las cosas bien, que la verdad es que no tiene precio.
RESUMIENDO:
Hay circunstancias externas que no puedes prever y que no dependen de ti, pero, lo que sí depende de ti es la actitud con la que las afrontas y lo qué haces al respecto. Elige tus acciones sin dejarte arrastrar por el estrés que te provocan, y verás como te irá mucho mejor. ¡Ánimo! ¡Si a mí me ha funcionado, contigo también lo hará! 🙂
Si quieres tener más pautas para manejar tu estrés, en este mini-curso gratuito te enseño algunas estrategias infalibles más 😉
Y en este artículo que escribí, muchos expertos te dan sus claves para manejar su estrés en épocas de mucho trabajo. Puedes leerlo AQUÍ
Y, claro, si quieres saber más sobre el estrés que te generan tus miedos a la hora de emprender, no te pierdas la segunda parte de este artículo, en la que muy pronto te hablaré de tus miedos internos.
¡Muchas gracias por estar ahí y por leerme! Si te ha gustado este artículo, no dejes de compartirlo, para que más personas puedan beneficiarse de él. 🙂
Y muchas gracias a Ana, por permitirme acercarme a ti a través de su web. Un enorme placer para mí poder hacerlo. ¡Gracias, Ana!
Y ahora, ¿quieres contarme qué es lo que te produce a ti mayor estrés a la hora de emprender y qué haces para afrontarlo?
Si me dejas tus comentarios más abajo, estaré encantadísima de responderte. ¡Los espero! ¡¡GRACIAS!! 🙂
Ana Costa dice
Ana, ¡muchísimas gracias por haberme permitido publicar en tu blog!
Ni te imaginas la enorme ilusión que me hace. ¡Para mí es un grandísimo honor! Todo un lujazo que mi nombre salga en el mismo lugar que cracks tan enormes del desarrollo personal, a los que sigo y admiro muchísimo. ¡Gracias, de corazón!
Espero que lo que comparto pueda ayudar mucho a todas esas personas que lo están pasando tan mal a la hora de lanzarse a emprender online. Para todos ellos, un mensaje:
Chicos, os aseguro que, aunque ahora os parezca tan difícil, ¡se puede! Si yo lo he conseguido, vosotros, sin ninguna duda, ¡también podéis!
¡Ánimo, y a por todas! ¡El estrés y el miedo se pasan actuando!
Un abrazo enorme para todos.
Y a ti, Ana, mi eterno agradecimiento por haber sido la gran hada madrina que me ha enseñado a materializar mis sueños en realidad. Participar en tu programa de mentoring grupal Inspira el Cambio ha sido la mejor decisión profesional que he tomado en mi vida. ¡GRACIAS!
Ana Sastre dice
Gracias a ti tocaya, todo lo que escribes me parece excelente, en forma y contenida. Y quien mejor que una psicologa y terapeuta para contar en primera persona estos problemas que el estres de salir de la zona de confort suponen. Mil gracias preciosa!
Cristian Perelló dice
Un artículo muy útil, Anas.
Ana C., se nota que has pasado por aquí. Yo estoy en ello. Lo que más tengo es una especie de ansiedad por que funcione cuanto antes.
Artículos como este ayudan a analizar tu lugar desde el liderazgo.
¡Un saludo a las dos!
Ana Costa dice
Hola, Cristian.
Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que el artículo te haya resultado útil.
Comprendo perfectamente lo de tu ansiedad, porque a mí también me ha pasado (y me sigue pasando a veces).
Hasta que llega un momento en que te das cuenta de que ésto, en realidad, no es una carrera de velocidad, sino de fondo.
Y, como sucede con todo en la vida, para recoger, primero hay que sembrar. Y que las semillas que vas sembrando germinen y den su fruto, lleva su tiempo.
Y, aunque te parezca que es demasiado tiempo, por mi experiencia personal, puedo decirte que, al final, es mejor así, porque puedes ir asimilando los cambios, adaptándote a todo y creciendo al ritmo adecuado, que no es otro que el tuyo, el que tú necesitas.
Mejor crecer gradual y despacio, para asimilarlo y aprender a llevarlo bien. ¡Si no, nos sentiríamos desbordados y tiraríamos la toalla a las primeras de cambio!
Ya sabes: los buenos guisos necesitan su tiempo, pero, verás como después, vale mucho la pena 😉
¡Seguro que te irá genial, Cristian!
Un abrazo
Ana Sastre dice
Me alegro que te haya Cristian! Es que Ana C. Lo explica estupendamente 🙂 Y sí, la impaciencia es una cosa a trabajar en estos proyectos.
Eva dice
Enhorabuena Ana (Costa ?). Me ha encantado tu artículo. Supercompleto y con soluciones a todos los miedos externos. Espero con impaciencia la segunda parte… Lo de los internos parece más complicado pero también desaparecen cuando tienes fe en ti mismo y en tu proyecto. Un superabrazo guapa. Y enhorabuena otra vez, me encanta todo lo que escribes ?.
Un besazo
Eva
Ana Costa dice
¡Hola, Eva, guapísima!
Muchas gracias a ti por tus preciosas palabras. Me alegro mucho que te haya gustado y espero que la segunda parte también lo haga, aunque, ya te digo que a ti no te hace falta. Tu confianza y tu fuerza se reflejan perfectamente en tu precioso proyecto, guapa 🙂
Es cierto que, en principio, los miedos internos parecen más complicados, pero, en realidad, resulta que hay algo súper-importante en lo que no solemos caer (y yo la primera…que una cosa es la teoría y otra, ponerlo en práctica…jeje), y es lo siguiente:
Todos los miedos los fabricamos nosotros mismos en nuestra mente, pero…
– Los miedos externos nos surgen con respecto a algo que no está en nuestra mano cambiar y que no depende de nosotros.
– Sin embargo, los internos, que, en general, suelen darnos más problemas, están relacionado con algo nuestro que solo depende de nosotros y que, por ello, sí podemos trabajar para cambiar.
Por ello, aunque en apariencia parezcan más complicados, podemos hacer más para cambiar un miedo interno, ya que, con los externos, lo único que podemos hacer es aprender a afrontar nuestro miedo, pero no las circunstancias que lo provoca.
Tal vez darnos cuenta de eso nos pueda ayudar a llevarlo mejor.
Estoy absolutamente de acuerdo contigo: tener fe en ti y en tu proyecto es fundamental. Por ello, si no se tiene, es muy importante trabajar para conseguirla. Y, si no podemos solos, mejor pedir ayuda.
Quizás no es tanto que el miedo desaparezca sin más, sino que, a base de atrevernos a seguir adelante a pesar de él, se va haciendo más y más familiar y, por tanto, más manejable. Hasta que un buen día nos damos cuenta de que, aunque nos sigue acompañando, por fin, ha dejado de molestarnos, y es solo un accesorio más en nuestro equipaje.
Yo estoy en ello… 😉
¡Gracias otra vez, guapísima!
A mí también me encanta todo lo que haces 🙂
¡Un abrazote enorme! <3
Àngels Ponce dice
Muchas gracias por este artículo Anas (a las dos)!!! os aseguro que en este momento de cansancio, dudas e incertidumbre me ha sido muy útil! me lo quedo de referencia para cuando me sienta así de nuevo (que seguro que pasará).
No es que no esté acompañada (de echo, me siento muy apoyada por tí, Ana Libélula), me refiero a los ratos en los que me tengo que enfrentar solita a pensar en infoproductos, anuncios, post, lead magnets y demás…que a mí me gustan las personas!!! y no tengo ni idea de lo que ahora tengo entre manos.
Coincido contigo Ana Costa: mejor viajar acompañada por estos mundos desconocidos. Sola, imposible!!!
Lo mejor de la experiencia (hasta el momento): aceptar las propias limitaciones, tirarse a la piscina, mantenerse conectada con la verdadera motivación (las personas en mi caso), pedir ayuda y sobretodo aprender de nuevo!!!!
Espero con ganas la segunda parte de tu artículo Ana!
Gracias a las dos
Ana Costa dice
Hola, Àngels.
¡Muchísimas gracias por tu sincero y valiente comentario! Me alegro mucho de que mi artículo te haya servido de ayuda.
Es cierto. El cansancio, las dudas y la incertidumbre forman parte de nuestro equipaje desde el primerísimo momento en que nos lanzamos a emprender. Y, desde luego, a veces nos quitan la alegría y la ilusión. ¡Quién nunca haya tenido un bajón, que levante la mano!
Sin embargo, si tienes claro que te dedicas a esto porque es lo que más feliz te hace y sabes que no podrías dedicarte a ninguna otra cosa que te llenara y te aportara tanto, cuando sientes que estás cumpliendo tu misión y que si no hicieras esto no serías TÚ, entonces, todos los malos ratos, los bajones y las dudas, dejan de ser tan importantes y pasan a un segundo plano.
Y eso es lo que tú has hecho, estupendamente, además: aceptar tus limitaciones, tirarte a la piscina, conectar con tu verdadera motivación, pedir ayuda y aprender cada día.
¡Felicidades!, porque no se me ocurre mejor manera de llevarlo que esa 🙂
Y, es normal que te sientas agobiada con tantas novedades, con las que no estamos familiarizados. Pero, cuando le coges el truqui, cada vez es más fácil y, llega un momento que sale casi solo, ¡ya lo verás! 😉
Es verdad que pasamos muchas horas delante del ordenador. Pero, verás qué pronto te darás cuenta de lo muchísimo que eso te ayuda a conectar con muchas personas a las que no conocías, pero, con las que, gracias a la «magia» de internet, puedes compartir tanto. Como estoy haciendo yo ahora aquí… 🙂
Si te gustan las personas, te aseguro que estás en el mejor lugar posible, guapísima 😉
¡Gracias otra vez, Àngels!
Espero que la segunda parte también te guste y te ayude.
Un abrazo enorme
Ana Sastre dice
Claro Angels ese es el trabajo 🙂 yo os apoyo pero el camino lo vais haciendo vosotras. Ya veras que en 6 meses todo esto lo gestionas muchisimo mejor!
Virginia dice
En un día como hoy, que veo el
Proyecto tan cuesta arriba, saber que » no eres tan rara» que es normal, me sigue motivando en mi sueño … gracias por compartir tus herramientas! ?
Ana Costa dice
¡Qué bien, Virginia! Me alegro mucho de haberte ayudado.
¡Claro que no eres tan rara! ¡Todos hemos pasado por ahí! Y, es cierto que, a veces, todo se hace muy cuesta arriba y nos parece imposible que algún día podamos llegar a conseguirlo. Pero, ¡no estás sola! Somos muchos en este camino de crecimiento profesional (y personal). Y tener al lado a guías fabulosas como Ana, facilita muchísimo las cosas 🙂
¡Ánimo, Virginia! Piensa que, en cada pequeñísimo avance, te queda un poquito menos para llegar 😉
¡Gracias por comentar y por reconocer tus miedos, valiente!
Un fuerte abrazo
Cristina Hortal dice
Muchas gracias por este artículo, Anas!!
La verdad es que me ha venido genial leerlo y me he sentido identificada con muchas cosas.
Es cierto que ya he superado muchas fases, pero es igualmente inspirador saber el punto de vista, la experiencia y las sugerencias de alguien que ya ha recorrido el camino.
He pasado por el miedo a la tecnología (horrible en su momento, jeje) y a todo lo demás.
Ahora lidio más con miedos internos. Estoy descubriendo muchísimas cosas de mí y estoy super agradecida de todo lo que me está enseñando esto de emprender.
Espero en candaletas el siguiente artículo :).
Me ha inspirado especialmente eso de lanzarse para dar ejemplo a los clientes. Yo lo tenía en cuenta, pero la verdad que se me ha ocurrido una idea concreta mientras te leía, Ana Costa.
Muchísimas gracias.
Ana Costa dice
Hola, Cristina.
Muchas gracias a ti por tu comentario. Me encanta que te haya gustado e inspirado.
En realidad, déjame decirte que yo no he recorrido el camino del todo. No te creas que llevo tanto tiempo con mi proyecto, ni tengo tanta experiencia.
Sigo en ello, aprendiendo y avanzando a mi ritmo.
Y sí: ¡sigo teniendo miedo!
Pero, con el tiempo, voy aprendiendo a no paralizarme por él y a seguir avanzando, a pesar de sentirlo. Ahora ya le veo venir de lejos, antes de que me sorprenda, y ya empezamos a ser un poco más «amigos» el miedo y yo 😉
Y seguro que le ocurrirá lo mismo a todos los que sigan adelante, a pesar de todo.
Tienes toda la razón: lanzarse a emprender es una escuela impresionante. Nos ayuda a conocernos mejor, nos hace crecer muchísimo y nos enseña un montón (¡anda que no te enseña cosas el miedo!).
Y, lo mejor de todo: nos hace dar lo mejor de nosotros mismos. Y eso no tiene precio, ¿verdad?
¡Qué bien que se te haya ocurrido una buena idea al leerme, Cristina! Seguro que muy pronto la vemos en acción en tu proyecto y que será todo un éxito 😉
Espero que la segunda parte te guste también, guapísima.
¡Gracias otra vez por tu comentario!
Te mando un abrazo grande 🙂
Ana Sastre dice
Exacto la tecnología, al final es lo de menos. Es solo una forma mas que le ponemos a un miedo interno. Gracias Cristina por compartir tu visión!
Jose Moreno dice
Sin duda Ana la actitud ante las situaciones es la clave, yo intento organizarme con pequeñas tareas diarias y ese es mi objetivo del día. Cada noche antes de dormir preparo los objetivos y con cumplirlos ya siento que he aprovechado el día, de esta manera intento disfrutar el camino sin pensar del todo en el futuro, ya que hay muchas variables que no puedo controlar, así evito yo la ansiedad y el estrés.
Ana Costa dice
Hola, Jose.
¡Muchas gracias con tu comentario!
Sin duda, has dado en la clave: estar siempre pensando en el futuro es lo que nos genera miedo y estrés.
Por lo tanto, si aprendemos a ir pasito a pasito, día a día, sin enredarnos en factores que no podemos controlar, como tú haces tan bien, aprovecharemos más el tiempo, disfrutaremos más del camino, y seremos más productivos, porque nos organizaremos mejor.
Y eso, como tan bien has explicado, es una cuestión de actitud, que se puede aprender, por lo que está en manos de todos poder conseguirlo 😉
¡Enhorabuena, Jose, porque lo estás haciendo genial!
Segurísimo que te irá muy bien en tu proyecto 🙂
¡Un fuerte abrazo!
Sefora dice
Hola a las Anas y los lectores. ?
Un artículo excelente. Todo lo que rondaba por mi cabeza ha sido estructurado y resuelto por ti.
Ciertamente la mayor de esos miedos ya han sido superados por mi pero me ha sido de gran utilidad ver las estrategias a seguir para derribar los restantes. Espero ya la segunda parte.
Ciertamente esto de emprender es como subir una gran montaña. Has de pararte en varios campamentis base y aclimatarte antes de seguir con el ascenso. Echando la vista atras todo lo que he recorrido y las dificultades las veo sencillas si lo comñaro con todo lo que me queda que escalar aún, pero en su momento me parecían escollos insalvables. Artículos como el tuyo te ayudan a darte cuenta que todos compartimos estos problemas.
Mil gracias a las dos.
Ana Sastre dice
De nada Sefora un gusto tenerte siempre por aquí 🙂
Ana Costa dice
¡Gracias a ti, Séfora, por pasarte a comentar!
Me alegro que el artículo te haya servido de ayuda, guapísima.
Efectivamente, como tan bien explicas, esto de emprender se parece un poco a subir montañas. Tienes que ir paso a paso y de campamento a campamento.
Lo «malo» es que cuando has escalado una montaña, te encuentras con otra aún más alta. Pero, lo bueno es que, como ya has aprendido a escalar, resulta más fácil y vas más rápido.
Y llega un momento en que empiezas a disfrutar de verdad y estás deseando llegar al Everest 😉
¡Ánimo, guapísima! Para cuando te quieras dar cuenta, estarás en la cima. Y, lo más bonito de todo es que somos muchos escalando 😉
¡Verás como te irá genial! 🙂
Un abrazo enorme, Sefora!
Cristina dice
¡Impresionante post Ana, me ha encantado! Tienes un don con las palabras, me encanta lo bien que tratas el tema de los miedos que se nos mueven en este camino del emprendimiento. Soy testigo de cómo te los curras día a día y, como dices, la actitud y rodearnos de personas como nuestra Libelulita son fundamentales para seguir trascendiéndolos.
Te mando un abrazo enormeeeee y ENHORABUENA! <3
Ana Costa dice
Querida Cristina, ¡mil gracias por tu precioso comentario!
Me alegro que te haya gustado, guapísima.
La verdad es que me siento muy afortunada, no solo por tener a Ana cerca, sino también por poder contar con personas tan extraordinarias y maravillosas como tú, de las que aprendo un montón cada día <3
¡Así es muchísimo más fácil! Y también mucho más divertido 😉
¡Mira quién habla de currar! Tú también eres una crack que ofreces tanto valor (no solo a la hora de afrontar los miedos, sino con muchos otros temas importantísimos) que, muy pronto tendrás la agenda tan llena, que habrá que pedirte cita a un año vista.
¡Y si no, al tiempo! 😉
¡Enhorabuena a ti también por tu precioso proyecto! Tus clientes pueden sentirse muy afortunados de poder trabajar con una profesional tan excelente como tú.
Y gracias, de corazón, por estar tan cerquita en este camino tan emocionante y enriquecedor 🙂
Súper-abrazo hasta el infinito y más allá <3