Lo sé, es tentador. La titulitis.
Coges y pones en todos los lugares posibles “Coach certificada por XXX. Terapeuta Cancelar* Geslat* de la escuela nacional de Conseling*. Psicólogo colegiado nº 123456”.
¿Por qué no lo vas a poner?
Eso da confianza a la gente y, de paso, deja claro que no estás haciendo intrusismo laboral, ¿no?
Además, con la pasta que te has gastado y el tiempo que has tardado, qué menos…
Pero ahora, hazte estas preguntas:
- ¿Crees que este título te va a hacer encontrar más clientes?
- ¿Demuestra este título que tienes más experiencia que ese otro coach?
Estoy segura de que sabes cuáles son las respuestas: no y no.
Quizás, sólo quizás, te estés aferrando a ese diploma porque crees que alguna entidad externa tiene que validar lo que sabes.
Lo entiendo perfectamente, sobre todo si estas empezando.
Pero si tienes 5, 10 o 20 años de experiencia, ¿de verdad que le vas a dar a ese trozo de papel todo el poder?
No lo hagas.
Tabla de contenidos de este post
No eres tu título, eres mucho más
Eres una persona con nombre y apellidos. Y dentro de ti hay cosas mucho más importantes que esa titulitis.:
- Trabajo con tus clientes: ¿no aprendes cada día del trato con tus clientes? ¿De cada servicio que das? ¿De cada problema que solucionas? Eso nadie te lo va a certificar ni te lo va a sellar en un papel.
- Cursos no oficiales: ¿cuánto valor has sacado de charlas, cursos y ponencias NO OFICIALES? Sí, esos cursos en los que la gente va a aprender, no a pedir un certificado para añadirlo a su currículum.
- Experiencia: la experiencia de trabajar día tras día vale mucho más que el papel al que te aferras. Todo lo que has descubierto trabajando con otras personas, conociéndote a ti mismo trabajando cada día o luchando contra todos los problemas te hace mejor.
Olvídate de eso de que solo se aprende en los cursos oficiales.
Puedes descubrir la clave para triunfar en un curso de mindfullness. Puedes mejorar tu día a día basándote en un consejo que leíste en el libro de Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Incluso puede que vayas a una clase de yoga y experimentes algo que cambie tu vida para siempre.
Todo se convierte en nueva información, en enseñanzas y en lecciones que cambian tu vida, tu trabajo y tu forma de ser. Y todo eso te lleva a ser mejor y a trabajar con tu entorno de una forma diferente.
Dependiendo de tu trabajo, tu experiencia y lo que hagas darás un servicio muy distinto a otra persona con el mismo título que tú.
El título es un buen punto de partida, pero no es el final ni el punto clave.
Menos título y más método
En vez de invertir tanto en títulos y papeles, ¿por qué no unes todo lo que ya sabes y creas tu propio método?
No hagas lo mismo que hace el resto. Crea algo nuevo y mejor a raíz de toda tu experiencia, formación y trabajo que has ido mejorando cada día desde que empezaste.
Todo esto te permitirá ordenar tus ideas, enfocarte y, de nuevo, aprender más y más. Porque te aseguro que no se aprende más que creando algo para que aprenda el resto.
Si tienes que aprender algo para ti, lo aprendes y listo. Pero si tienes que aprender algo para explicárselo a otra persona, lo integras contigo para toda la vida.
Todo este te permitirá ordenar ideas, tener un foco, generar algo bueno y quizás, también algún día, escribir un libro o crear una escuela propia. Que no te parezca algo tan descabellado.
¿Quién me iba a decir a mí cuando trabajaba en Abengoa que hoy tendría decenas de clientes de un curso creado desde cero por mí misma? ¡Nadie!
Pero, en vez de aferrarme a esa titulitis que tenía, lo que hice es empezar a aprender y a avanzar. Y, gracias a todo eso, he llegado hasta aquí y he creado mi propio método que ahora enseño a otras personas.
Y, lo mejor de todo, es que el método que enseño no es oficial ni te da ningún papelito, pero… ¿qué importa eso? 🙂
Invierte en tu marca personal
No estoy hablando de hacerte fotos o comprarte tu nombre de dominio con tu nombre.
Eso no es marca personal.
Estoy hablando de algo más conceptual. Hablo de no esconderte tras un título, una gran escuela o el nombre de tu mentor.
Deja que la gente te vea como alguien independiente, con método propio, ideas propias y personalidad propia.
Eso sí es marca personal.
Cuando tu nombre se asocia a un concepto y a un método o una corriente de pensamiento es cuando de verdad estás influyendo en el resto.
Créeme, esto funciona mucho mejor que tener un título. Y si no me crees, echa un vistazo a la historia de Deborah de Oye Deb.
No importa si hoy trabajas en un centro o si eres profesor en una escuela concreta. Esa es tu situación actual, pero mañana no tiene por qué ser así.
Trabajes donde trabajes y hagas lo que hagas, ve labrándote tu propio nombre y sacando la cabeza por encima del resto.
El lado oscuro de la titulitis
Como puedes ver los títulos no están en el top de mis preferencias. Y no solo por todo lo que he comentado hasta ahora, sino porque también creo que la titulitis tienen un lado oscuro.
Un lado oscuro que puede atarte a una posición y lugar en tu vida por diferentes motivos:
- Porque pueden limitarte: si aprendiste un método único y crees que es lo mejor que existe… ¿qué pasa si quieres mezclarlo con otros métodos? ¿Tu título te permitirá superar esta limitación?
- Porque no son únicos: si te posicionas como terapeuta del Método Gestalt, solo serás un terapeuta Gestalt más. Si tienes tu propio método no serás comparable a nadie porque tu método es tuyo y de nadie más.
- Porque atarse a las titulaciones avaladas y escuelas crea una fuerte dependencia: los títulos «oficiales» tienen normas cambiantes, actualizaciones molestas y formaciones continuas que te obligan a pasar por caja cada mes para que tu título tenga validez. Y esto sin hablar de amiguismos, favoritismos, tensiones, etc.
- Porque te pueden llevar al «no sé quién soy»: yo antes era psicólogo, luego me hice terapeuta transpersonal, pero en realidad soy especialista en mindfullness… Tú eres tú, no lo olvides.
- Porque al final estás construyendo sobre otro en vez de sobre ti: atarte a una titulación y especialización no se aleja mucho de tener un jefe que garantiza tu sueldo. Recuerda que si has emprendido este camino es para aportar, construir algo y mantener tu independencia. ¿Tienes claro lo que quieres a largo plazo?
Una vez hayas leído estos 5 puntos, creo que esa seguridad de la titulitis empieza a desmoronarse. No solo no deberían definir tu futuro, sino que incluso pueden llegar a limitarlo.
La alternativa a los títulos: sé único, genera y libérate de ataduras
Y ya está.
Menos titulitis y más ser tú mismo, tu método y lo que tú quieras ser. Ten la libertad de salirte de las líneas marcadas y de, si tú quieres, ser todo lo contrario a lo que marca un papel.
¿Y cómo puedes ser único, generar valor y liberarte de las ataduras?
- Sabiendo que tú no eres un título: eres mucho más y si el título desaparece nadie te va a quitar todo lo que has aprendido ni la experiencia que ya tienes. Eso no cabe en un papel.
- Separando tu autoridad de tu título: si justificas el peso de tu autoridad en un título te arriesgas a que el día que los “coaches” no sean lo más de moda tu negocio caiga. Que se lo digan a Irtha.
- Presentándote como tú mismo: no te presentes con tu título por delante como si fueras un noble de la Edad Media o un personaje de Juego de Tronos. Serás otro del montón y otro más con el mismo título. Preséntate con tu nombre y tu marca.
- Construyendo sobre ti mismo: construye sobre tu nombre, crea algo nuevo y nutre tu propio negocio.
Y tú, ¿sigues aferrado a tu título?
Sé sincero y dímelo: ¿eres de los que va con el título por delante o crees que hay vida mucho más allá?
Estoy dispuesta a escuchar las dos posturas y hablar sobre ello. Y si también quieres contarme qué método único vas a crear a partir de todo lo que sabes… estaré encantada de leerte 😉
Elena Gonzalez Silva dice
Soy (bueno, ya puedo decir con orgullo «ERA») de las del título por delante.
Y tú me estás ayudando a quitarme los miedos y chorradas varias a las que los psicólogos nos aferramos y crear mi propia marca personal en el mundo online.
Yo fui terapeuta psico-corporal antes que psicóloga. Y estudié la carrera» obligada» por el sistema. Un desperdicio de tiempo, dinero y demás.
Sistematizar todo lo que la experiencia de vida, personal y profesional, nos va enseñando, escribirlo y difundirlo tiene mucho más valor que ningún título oficial.
Gracias Ana. Un placer leerte y trabajar contigo.
Ana Sastre dice
Hola Elena! Muchas gracias por tu comentario , la verdad es que tus años de experiencia y los muchos testimonios de clientes que cuentan la transformación después de trabajar contigo son prueba de sobra del valor de tu trabajo. Me alegro de que empieces a verlo tu también, eres una gran profesional y para mí también es un placer trabajar contigo! 🙂
Eugenio Nieto dice
Hacía tiempo que quería escribir algo parecido, así que como lo has explicado tan bien, simplemente enlazaré tu post desde mi newsletter (modo mínimo esfuerzo).
Vemos a mucha gente perderse en estudios interminables, buscando títulos para engrosar un curriculum que casi nadie va a leer.
Lo importante es saber a quién vas a ayudar, y cómo quieres hacerlo. A partir de ahí, hay que buscar la formación que ofrezca los conocimientos, y no los títulos.
Lamentablemente, desde las altas esferas todavía intentan educarnos para que paguemos por títulos y masters, gastando un dinero que ni tenemos ni recuperaremos cocinando «hamburguesas» en chiringuitos de comida rápida, esperando con ilusión a que llegue nuestra gran oportunidad gracias a ese papelito tan bien enmarcado.
Hasta hoy, nadie me ha pedido que le muestre mi titulación. Simplemente me llaman cuando descubren que soluciono problemas que otros no han podido. Esa es mi marca personal, y no existe ningún título oficial que pueda acreditarlo.
Ya me callo, que al final escribo un post en vez de un comentario.
Un abrazo, Ana.
Ana Sastre dice
Me encanta Eugenio porque eso es exactamente lo que pasa. Invierte en tu cliente y en dar lo mejor. Y cuando eres bueno la gente cree en ti. No es cuestión de titulos en una pared. Así que gracias por tu comentario y su explayate que cuando son comentarios con tanto valor y experiencia, se enriquecen los artículos muchísimo!! Gracias Eugenio!
María dice
Muy interesante lo que cuentas, Ana. Yo creo que las dos cosas son positivas: tener un respaldo o formación de calidad + tu propia experiencia. Está claro que una formación o un título no dicen que seas un excelente profesional, pero sí lo considero necesario, porque por desgracia, en una profesión como el coaching por ejemplo, existe mucho intrusismo. Y no digo que una persona sin formación no pueda ayudar, en absoluto, pero muchos se llaman coaches porque sí, porque está de moda y suena guay y asesoran o hacen consultoría en vez de coaching desprestigiando la profesión.
Un título oficial te permite también conocer el código deontológico de tu profesión, actuar de forma ética, cumplir unos mínimos estándares… Por supuesto que si te vas al otro extremo, tampoco es bueno para ti ni tus clientes: no hay que ser rígidos y sólo ceñirte a tu título o tu formación. A mí no me gustan tampoco profesionales que alardean de todos sus másters, carreras y doctorados, como si por tener tanto título tuvieran la autoridad total en su profesión.
Yo creo en un mundo cada vez más variado, con buenos profesionales que se especializan y que tienen una marca personal que les define de forma única, pero que puede cambiar, sin ser necesariamente siempre la misma, profesionales que tienen cualidades que no parten sólo de un título, sino ante todo cualidades humanas, tan necesarias en profesiones como las que mencionas. Siempre con un mínimo de criterio y de preparación profesional.
Muy interesante tu reflexión que considero necesaria en los tiempos que corren. Un abrazo!
Ana Sastre dice
Exacto, la formación es siempre bienvenida y algo magnífico para crecer con tu carrera profesional. Pero basar tu marca en que «eres coach» o «terapeuta por la escuela X» no demuestra más que no crees en ti más allá del titulo. Es algo que te rodea, no que te define. Es algo complicado ya que llevmaos mucha cultura basado en eso. En francia hay puestos en empresas que nunca podras obtener por no venir de una de las grandes escuelas de comercio o de ingenieria. Aunque seas el mejro esta en la reglamentacion interna de las empresas. Espero que eso cambie algún dia. Gracias por compartir tu experiencia, super enriquecedora como siempre!
Irtha López dice
A mí lo que me molesta mucho de este tema es lo de la marca personal… porque mi nombre es muy complicado!
Me encantaría tener un nombre más sencillo, que la gente pueda recordar (ya lo de pronunciarlo bien o mal, no tiene sentido, porque la gente lo pronuncia como quiere).
Pero asociar mi marca personal a mi nombre lo veo arriesgado en mi caso. No quiero que la gente se vuelva loca. Me lo planteé cuando quise elegir un dominio y no lo usé porque no quería que la gente se olvidara o lo escribiera mal y no me encontrara…
Sí, ojalá se asociara lo que hago conmigo, que fuera uno solo mi proyecto y yo… como en OyeDeb, pero no sé, aún no lo veo…
¿Tú qué opinas Ana? Me gustan mucho las ideas y soluciones que aportan. Me parecen siempre muy sensatas y basadas en un conocimiento profundo del sector.
Gracias por otro artículo tan fácil de leer y a la vez tan práctico.
Un abrazo.
Irtha dice
Lo de «molestar» me salió natural, porque me da rabia… ojalá tuviera un nombre más sencillo. Parece que las personas con un nombre normal tienen más facilidades con esto de la marca personal. Me siento frustrada cuando leo esta recomendación porque me gustaría poder hacerlo pero veo dificultades y limitaciones, y no me mola.
No quería transmitir que esté enfadada contigo ni mucho menos, pero me incomoda bastante, la verdad… Me lo tendré que hacer mirar ,)
Bss
Ana Sastre dice
Hola Irtha!! Claro tranquila lo entendía perfectamente 🙂 Mira tener un nombre como el tuyo tiene sus ventajas y sus desventajas. Desde luego no hay muchas Irthas en el mundo del desarrollo personal y , hasta donde yo sé, eres la unica que conozco 😉 Con lo cual aunque es un nombre menos habitual… nadie te confundirá con otra persona.
María Mickailova a la cual bien conoces y que escribe más arriba, tiene un apellido complicado… pero todo el mundo sabe quien es.
Creo que tienes un nombre precioso y tan unico que hará que tu marca tenga más fuerza. Tendrías un problema si tuvieras el mismo nombre o muy similar a un cantante, un actor, otro profesional del desarrollo personal… y entonces tu nombre no diera fuerza a tu marca.
La gente que tiene ese problema ha cambiado su nombre (Ejemplos: Antonio G, es Antonrio Romero, un nombre muy normal…. Rosa Morel, en realidad se llama Rosa Lopez, como la cantante…) . Tu nombre es un regalo. Utilizalo 😉 Un abrazo!!
Irtha dice
Gracias, Ana, por tus aportaciones.
Es cierto que yo, hasta hace unos años, que una Irtha de Madrid me contactó por Linkedin, me creía única en España =D
Y ella es restauradora, así que no hay mucho peligro por ahora.
Seguiré dándole vueltas, pero ahora con un toque más optimista ,)
Besos!
Alfredo León dice
Irtha, estás desperdiciando energías.
A ver si te queda claro:
¡¡¡ESTÁS EQUIVOCADA!!!
Tú nombre, es PRECIOSO, CAUTIVANTE Y PEGAJOSO COMERCIALMENTE.
No vi a que te dedicas, porque, sea lo que sea, NECESITO ahora asociar IRTHA a lo que haces.
Y sé de lo que hablo.
Hace 40 años cuando le puse el nombre a mi hija, en Venezuela, DAGMAR era toda una novedad.
Hoy la gente la reconoce por el diminutivo DAG y es precisamente el nombre de su EXITOSO emprendimiento.
Mis otros hijos, no se quedan atrás y son precisamente sus «raros» nombres la MARCA de sus éxitos: YAMPA, ERISACK, MAROBA.
Lo que les queda «feo» es el León de apellido.
Eurípides, Platón, Arquímedes e IRTHA son ÚNICOS.
Finalmente, aunque no seas «creyente»:
Apo 2:17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice á las iglesias. Al que venciere, daré á comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
Tú SER es ÚNICO al igual que tu NOMBRE.
No reniegues de él, es el que te DIFERENCIA del resto.
Un gran abrazo, IRTHA.
Edu dice
Hola Irtha,
A mí tu nombre me gusta. De hecho piénsalo: ¿cuántas Irthas hay? En cualquier caso, como dice Ana no hay que volverse loco y cambiarse de dominio ipso facto. El proceso de asimilar tu marca personal a tu método imagino que lleva tiempo.
Ánimo y enhorabuena por tu proyecto 🙂
Irtha dice
Hola, Edu.
Muchas gracias por tu opinión =)
Como me comentas, no voy a volverme loca. Lo tendré en cuenta para ir asociándolo poco a poco, con vistas a futuro.
Ni voy a cambiarlo ahora mismo, ni voy a dejar de contemplar esa posibilidad ,)
Ánimo para ti también con el tuyo y tu nuevo rumbo.
Edu dice
Hola Ana,
Seré breve: ¡¡¡CHAPÓ!!! 😀
Un abrazo.
Ana Sastre dice
Gracias Edu!! Si bueno y breve, dos veces bueno! Un fuerte abrazo 🙂
Oscar daniel dice
Muchisimas gracias ana. Estas en lo cierto.soy tecnico y lucho dia a dia para hacer mi trabajo mejor. Ya que brindo un servicio de reparacion de equipos electronicos para empresa y particulares. Creia yo si estaba en lo correcto . Debido a que lucho en perfeccionarme dia a dia como persona y reparacion de equipos. tenia dudas tanto perfeccionamiento para que.. pero tus palabras incentivan . Da a lugar que no estoy loquito. La conclusion que tengo es mas y mas como tecnico hasta el fin de mis dias.
Ana Sastre dice
Eso es, mejorar como profesional cada día y dar buen servicio a tus clientes es el mejor valor que puedes mostras. A seguir así! Gracias por compartirlo Oscar 🙂
ROGER LOPEZ dice
Hola! Excelente aporte Ana, muy cierto lo que dices. Pero ambas cosas son buenas, la preparacion y la marca personal. El titulo no tiene que ver con la preparacion. Considero que el prepararte es una decision personal, puedes ser una persona preparada habiendo pasado o no por una universidad. Ejemplo de ello lo tenemos en las personas autodidactas. Evidentemente hay profesiones que para ejercerlas necesitas la titulacion por que exigen un marco juridico para ejercerlas. Ejemplo de ello los abogados. Pero el hecho de que no se sea abogado no implica que una persona no conozca de leyes. Pienso que lo importante es que nuestra personalidad, experiencia y preparacion tracienda el titulo. Tienes razon en lo que dices, las personas debemos brillar por nuestro entusiasmo, personalidad y creatividad. No por el titulo, eso nos limitaria. Las personas no somos titulos. La universidad nos enseña el como aprender, la metodologia para buscar el conocimiento, nos da la base para continuar, el limite lo ponemos nosotros. Y muy de acuerdo con Eugenio Nieto, cuando la gente te conoce y sabe lo que eres capaz de hacer no te preguntan por el titulo, tu experiencia habla por si sola.
Un gran saludo, excelente enfoque sobre la titulacion y lo que ello no debe significar.
Ana Sastre dice
Lo has definido perfectamente Roger: un titulo no es lo mismo que la formación. Valoro mucho la formación continua y la inversion en mejorar nuestras tecnicas y herramientas como profesionales. Lo cual es efectivamente independiente del nombre del titulo. Muchas gracias por compartir tu punto de vista Roger es enriquecedor!
javier asenjo dice
Muy cierto! llevo desde los 14 años trabajando en el mundo de la automatizacion industrial, y no tengo ningun titulo. Ahora con 40 años por «quitarme la espinita» me gustaria tener algun titulo «oficial»…..muchas veces para callar esas bocas que por no tener titulo, te infravaloran.
es verdad que no hay nada como la experiencia y yo ahora con mi empresa montada desde hace 3 años, es cierto.
gracias por estos blogs tan apasionantes y adictivos!
Ana Sastre dice
Hola Javier, pues aquí tienes una señorita con un titulo de ingeniería industrial que creo que está cogiendo polvo en la ultima balda de mi estantería. Sacate el título que quieras pero te aviso que la gente que entra en formaciones después de tanta experiencia sólo por el título… acaban tirándose de los pelos de escuchar «tanta teoría»
Enric Segura dice
100% de acuerdo con el enfoque de este artículo ¡te felicito Ana!
Yo mismo soy psicólogo sobre-titulado (con especialidad, máster y todo el pack oficial…) y te puedo asegurar que la autoridad y las soluciones más útiles que aporto a mis clientes no provienen de ese conocimiento oficial certificado (que en muchas ocasiones para mas inri, es una perdida total de tiempo y de recursos…)
Desde mi experiencia, buenos y malos terapeutas/coaches hay con y sin certificado, así que lo que marca de verdad la diferencia y te hace generar reconocimiento por parte de los demás, es más bien otra cosa bien distinta que la mayoría de profesionales del sector no tienen en cuenta y en este artículo das buenas pistas de ello. Una vez más.. ¡felicidades!
Ana Sastre dice
Gracias Enric por compartir tu opinión 🙂 Creo que la gente que ya tiene cierto recorrido como tu es más consciente de esto. Un placer tenerte por aquí y estamos en contacto!
Ana
Mónica dice
Brutal, el artículo, Ana.
Lo tenía «aparcado» para leerlo y hoy ha sido el día. Justo cuando tenía que llegar. No puedo estar más de acuerdo con tus palabras. Crack!
Ana Sastre dice
Gracias Monica, no hay excusas para no empezar 🙂 Un abrazo!
Diana dice
Hola, me alegra ver este tipo de post y con los cuales estoy totalmente de acuerdo, un titulo no te asegura nada y no certifica tu «experiencia» y tu proceso de vida, que al final de cuentas es lo que verdaderamente vale y aquello que podrás compartir con las demás personas. Si lo has vivido, lo has asimilado y comprobado por ti mismo, es más valioso que si lo aprendiste de algún lado y simplemente te limitas a reproducirlo. Sin dejar a un lado claro, que es importante prepararse cada día, estudiar, pero siempre compartiendo con tu esencia y desde tu experiencia.
Ana Sastre dice
Exactamente, desde la experiencia el aprendizaje esta realmente integrado. Es como mejorp odemos ayudar. Muchas gracias por tu aportación Diana!
Mariana Fuksbrauner dice
Este era justo el artículo que necesitaba, y por eso he llegado a el de «casualidad». Estoy muy de acuerdo con lo que explicas, a mi tampoco me gusta nada la titulitis! Me acabas de dar una gran idea para mi emprendimiento cuando hablas de método y marca personal. ¡Muchas gracias!
Ana Sastre dice
Me alegro Mariana 🙂 A más de uno le rondan las mismas dudas en la cabeza. Busquemos aprender, no tener titulos 🙂
Fabio dice
Buenas Ana,
Hacía tiempo que tenía este post marcado para leer.
Cada vez me gustan menos los títulos. Estamos de acuerdo que en algunas disciplinas toma mayor relevancia que en otras, pero si al final lo que quieres es diferenciarte del resto, lo tienes complicado si empiezas con el título por delante. Porque como tú, habrán mil más en tu país. Miles y miles más en el mundo.
Seas médico, abogado, arquitecto, ingeniero o nutricionista.
El título sirve para entrar en un trabajo y ser del montón, uno más. Para que te ubiquen en un rango salarial determinado y pues eso, para ser del montón. Sirve para trabajar por tu propia cuenta si lo requiere en tu actividad (medicina, abogacía…). Pero jamás servirá para diferenciarte. Nunca jamás y menos en este país en donde hay inflación de títulos…grados, licenciaturas, ingenierías, diplomaturas, másters, postgrados…y cuando hay mucho de algo, su valor decrece considerablemente.
Marca personal y demostración de resultados. Experiencia y diferenciación. Temperamento y valentía.
P’alante.
Un saludo, de otra persona con un título de ingeniería industrial en el mundo del marketing 😉
Ana Sastre dice
Jeje, somos unos cuantos ya. Gracias por tu comentario y fuerte abrazo!
Gabriela dice
Primero que todo,¡muchas gracias! Este post me ha dado una sensación de alivio y motivación.
Eso sí, me urge hacerte una pregunta. Soy graduada de Psicología en una universidad de los Estados Unidos, y actualmente hago 2 masters en Madrid en Psicoterapia. Debido a la diversidad de las localidades de mis títulos me cuesta saber que título puedo utilizar para poder dar mis servicios online, pero sin tener problemas legales en donde esté ubicada(deseo poder viajar). Estoy preparada para hacer intervenciones psicoterapéuticas pero ¿Es mejor utilizar el término terapeuta o psicoterapeuta? Tengo una especialidad en Bienestar Emocional, no sé si eso me ayude a desarrollar una titulación un poco más personalizada. Te agradecería millones tu ayuda; un abrazo!
Gaby
Ana Sastre dice
Hola Gaby, creo que ya lo hablamos por redes 🙂 Espero que te sirviera. Un abrazo!