Tus clientes no trabajan contigo solo por tus servicios, no. Detrás de esa elección se esconde algo mucho más potente: la conexión emocional que crean contigo.
Cuando eres capaz de transmitir un mensaje que conecta directamente con las emociones, puedes sintonizar de algún modo con ellos y automáticamente confiarán en ti. Y para esto, no hay mejor manera de hacerlo que a través del storytelling.
En los negocios del desarrollo personal y bienestar, los mensajes emocionales deben formar la base de tu comunicación. Si quieres escribir para enamorar con tu historia, hoy te cuento cómo hacerlo gracias al storytelling para coaches.
Tabla de contenidos de este post
¿Qué es exactamente el storytelling para coaches?
El storytelling es el arte de contar una historia que transmita tus valores de forma que quien lo escucha cree un significado personal.
Una buena historia siempre es capaz de llamar la atención y enganchar, de tal manera que la persona que está escuchando o leyendo permanezca atenta sin perder el hilo. Y si lo piensas, esto tiene toda la lógica del mundo.
Desde que somos pequeños, crecemos rodeados de historias. Cuentos y películas que nos enseñaban las luces y las sombras de la vida. No podíamos irnos sin ver o escuchar el final de esa historia.
A día de hoy, gran parte de los mensajes de esas historias aún permanecen en tu memoria. No importa cuánto tiempo haya pasado, los recuerdas. Y eso es porque tocaron tu parte emocional y se instalaron así en tu memoria.
Con tu negocio como profesional del bienestar, ocurre exactamente lo mismo. Si lanzas tu mensaje a través de una historia, no solo ayudarás a mantener su atención si no que al ser recordado, las posibilidades de que pasen a la acción (y que, por lo tanto, se conviertan en clientes) son mucho más altas.
Pero hay muchas más ventajas de utilizar el storytelling. Las historias se centran en las sensaciones, creando un efecto más empático. El receptor puede llegar a sentir lo que intentas transmitir de una manera casi propia: el dolor, la alegría, la tristeza o la esperanza. La siente y la hace suya, creando ahora un vínculo contigo de “tú a tú”.
El storytelling para coaches también ayuda a dar una mayor credibilidad. Gracias a la historia visualizas el contexto, se ven los cambios, el proceso que lleva a un resultado, que sería el final de la historia.
Para mí, usar un mensaje emocional para presentar tu propuesta de valor es una estrategia ideal para transmitir y conectar con tu cliente. Para que lo entiendas mejor, quiero dejarte un ejemplo perfecto de cómo una historia puede conectar directamente con las emociones más primarias, captar la atención, enganchar, memorizar el mensaje y por supuesto, lograr que digas “yo también quiero eso”:
¿Por qué es importante el storytelling para los profesionales del bienestar?
Cuando te dedicas a ofrecer tus servicios para mejorar la vida de otras personas, necesitas conectar directamente con la emoción. Evidentemente, no es lo mismo vender leche, por ejemplo, que ofrecer una terapia para superar una pérdida.
Tus clientes pueden estar pasando por un mal momento o tener algunos obstáculos que les impiden avanzar en su vida. Estás vendiendo un proceso de desarrollo personal y si no consigues conectar con ellos, nunca se decidirán a trabajar contigo.
El storytelling para coaches ayuda a que tu cliente vea que eres la persona con la que de verdad quiere trabajar. Si tu historia es coherente con tu servicio, ganarás credibilidad sin la necesidad de refugiarte en ningún título.
Pero además, el storytelling será muy importante también para ti. Antes de contar tu historia, necesitas revisar tu misión y tus valores. De esta manera, podrás ver si están realmente alineados con tu negocio, tu método y con el cliente al que te quieres dirigir.
Esta herramienta también será buena para ti porque te ayudará a echar la vista hacia atrás y revisar todo lo que has aprendido: muchas veces nos centramos en todo lo que nos queda por aprender sin valorar todo lo que hemos avanzado.
Utilizar storytelling será una buena manera de revisar las bases de tu proyecto, tu propio proceso de desarrollo personal y profesional, mientras conectas todo esto con tus clientes.
Estrategias para enamorar a quienes leen tu historia
Antes de comenzar a utilizar el storytelling para coaches, hay algunas estrategias que puedes tener en cuenta para conseguir enamorar con tu historia:
Habla claro y utiliza primera y segunda persona
Nada de historias complicadas y enrevesadas. Utiliza palabras sencillas, frases cortas y no comiences a dar muchas ideas diferentes a la misma vez.
Aléjate de hablar en tercera persona (“Manuel era un arquitecto que decidió reinventarse…”). Utiliza el tú y yo para hablar con tu cliente. Recuerda que estás tratando de conectar con él a través de una conversación.
Habla de cómo te sentías y de cómo se puede sentir tu cliente
Puede que tu cliente ahora mismo tenga un caos de argumentos y valoraciones en su cabeza que le confunden. Lo que necesita es que alguien ponga palabras a lo que está sintiendo.
Sé creativo y específico, utilizando por ejemplo palabras que impliquen estado emocional “confusión, pereza, desánimo, o entusiasmo, curiosidad, deseo” o usando verbos que demuestren cambio y acción “conseguir, superar, alcanzar”
De esta manera conseguirás que cuando te lean sientan que le “lees la mente”.
Evita hablar de cambios mágicos, tópicos y promesas vacías
Aunque no te lo creas, tu cliente no espera que le soluciones la vida de la noche a la mañana. De hecho ahora mismo ni siquiera cree que haya solución. Probablemente le parezca más creíble decirle que con paciencia, trabajo y cariño todo se arregla.
Tampoco te escondas bajo tus formaciones y títulos. Puedes darte autoridad hablando de que, por ejemplo, has enontrado un método a partir de tu trayectoria, y enumeras tu formación.
Y por último, envía siempre un mensaje positivo. Trata de transmitir que el cambio es posible y que tú eres la persona perfecta para ayudarles.
Un último consejo: una alternativa si no quieres contar tu propia historia es la de contar algún caso de éxito. Puedes pedirle a tus clientes que den su testimonio detallado de la evolución que vivieron contigo para después utilizarlo como storytelling. Otra opción es la de contar cómo te enamoraste de tu profesión sin dar detalles más personales sobre si superaste una ruptura o tuviste un conflicto emocional antes de llegar a ello.
Ahora, ponte manos a la obra y empieza a contar una historia inspiradora que conecte, que enamore y que te haga conseguir clientes felices por haberte encontrado por fin.
¿Conocías ya el storytelling para coaches? ¿Tú también te dejas enamorar con las historias?
Guisela Mena Mora dice
Muchas gracias!!! Me parece muy interesante esta estrategia. En lo personal con el trabajo en consulta me dado cuenta que cuando le cuento a mis pacientes una problemática por la que pasé y que es similar a la de ellos logramos más cambios y una mejor comunicación. Muchas gracias, lo aplicaré.
Un abrazo
Silvia Cristina García López dice
Muchas gracias Ana por este blog!!!.
Es una estrategia que precisamente en el día de hoy he escuchado por otro coach y quería investigar de que iba,cuando precisamente hoy he abierto este correo entre otros muchos pendientes y como siempre he creído,no existen las casualidades. Es una herramienta de trabajo realmente fascinante para poder conectar con tus clientes para que se sientas identificados y además para ti mismo también lo es, pues pienso que escribir es una terapia.
Nacho Téllez dice
Hola Ana,
Ya me había topado con un par de artículos tuyos en la red pero en este me he emocionado al ver el vídeo de Ikea. ¡Buena elección!
Otra de las cosas que me encanta del storytelling es que es muy sutil. Estamos acostumbrados a oír: “Si nos contratas no te equivocarás” o “Haz esto para conseguir resultados” y ese tipo de persuasión suele levantar resistencias porque lo vemos como una obligación.
El storytelling, en cambio, deja espacio para que el oyente tome sus propias decisiones en base a lo que oye o ve. Es una manera delicada de guiar a la otra persona hacia las conclusiones a las que tú llegaste, pero sin forzarla.
¡Sigue así de cercana!