La competencia entre coaches y psicólogos sigue en la mesa de debate.
Falta de regulación, intrusismo, competencia desleal. Un tema que genera mucha tensión.
Muchísimos profesionales sienten que se pisan competencias y que falta regulación. Hay psicólogos tremendamente dolidos porque sienten que hay un intrusismo que cada día va en aumento y están convencidos de que si no hubiera tantos coaches en el mercado, su negocio funcionaría mucho mejor.
De hecho, hay muchos psicólogos que deciden formarse como coaches y viceversa para poder darle mejores opciones a sus clientes pero, ¿es este el problema? ¿Hay realmente competencia entre coaches y psicólogos?
Este es un post basado en mi visión tras 6 años únicamente trabajando con psicólogos coaches y terapeutas.
Tabla de contenidos de este post
¿Qué relación hay en el mercado entre los clientes y profesionales de psicología y coaching?
Más allá del debate que pueda haber entre la competencia entre coaches y psicólogos, vamos a ir un paso antes y tratar de entender lo que perciben los clientes.
Piensa que una persona que busca ayuda para solucionar un problema no tiene por qué entender las diferencias de competencia que hay entre un coach y un psicólogo, pero sí tiene claros algunos conceptos que le hacen elegir a uno u otro.
Según mi punto de vista, lo que perciben los clientes es lo siguiente:
1 – Nivel de dolor
Cuando una persona tiene un problema que considera importante, algo que realmente le está afectando en su vida, normalmente busca un psicólogo. Hablamos de problemas como ansiedad, depresión, fobias, problemas de autoestima…
Sin embargo, cuando lo que busca es conseguir un objetivo, trata de encontrar un coach.
¿Qué quiere decir esto? Básicamente, que el nivel de dolor que trata uno y otro es distinto.
Si algo te duele de verdad, surge la necesidad de buscar a alguien con conocimiento sobre tu problema, a un profesional que te ayude a mover grandes cimientos de tu vida. Y la realidad es que en lo importante, las personas buscan a un psicólogo.
Y por supuesto, cuando es un objetivo «que te gustaría conseguir», como concretar objetivos profesionales, cambiar de hábitos o decidir un cambio en tu vida, entonces un coach es una opción que sí valoras.
2 – Tiempo y dinero
El nivel de dolor también está relacionado con lo que invertiría alguien en tiempo y dinero.
Esta es la razón por la que muchos coaches se encuentran con dificultades para que alguien vaya más de 3 o 4 sesiones. Porque con un empujoncito les es suficiente, y en realidad probablemente es que tampoco necesitan más.
En cambio, quien necesita un trabajo profundo, está una media de entre 6 meses y 2 años yendo a un psicólogo. En algunos casos incluso 3 o 4 años. Son clientes más comprometidos y tienen transformaciones más profundas que con un programa de coaching.
3 – Modelo de negocio
Todo esto afecta mucho al modelo de negocio que tienen coaches y psicólogos.
No es que los coaches quieran hacer más temas de formación, divulgación, cursos, etc., sino que lo necesitan porque al trabajar con temas que «duelen menos», y por los que además la gente compra menos sesiones, tienen que conseguir estabilizar ingresos. En este sentido, los servicios grupales son una buena opción para ellos.
Por supuesto, hay ámbitos y profesionales que trabajando su marca pueden subir los precios de las sesiones mucho, pero la mayoría se mantiene en unos niveles medios.
Ojo, porque con estos ejemplos que estoy hablando se basan sobre todo en coaches que trabajan temas relacionados con la vida personal, los que tocan tema profesional (business coaching) están en otra liga.
En cambio, los psicólogos sí pueden optar por un modelo de negocio basado en sus sesiones individuales y que su negocio sea rentable, ya que sus clientes por lo general estarán el suficiente tiempo acudiendo a sus sesiones y la estabilidad será mucho más sencilla para ellos.
¿Qué visión hay del lado profesional sobre la competencia entre coaches y psicólogos?
Aquí entra el debate entre coaches y psicólogos. Por un lado, los coaches piensan:
- Que no hay realmente intrusismo ya que la mayoría de los coaches no quieren trabajar con problemas grandes emocionales. Por lo general les vienen grandes y prefieren derivar a un psicólogo.
- Normalmente tienen mucho cuidado a la hora de relacionarse con la psicoterapia, ya sea porque no quieren que les juzguen o porque se sienten pequeñitos a nivel profesional al lado de un psicólogo.
Sea como sea, los coaches por lo general tienen bien delimitado hasta dónde quieren y pueden llegar con un cliente, y siempre trabajan en esa zona.
Por otro lado, tenemos el punto de vista de los psicólogos:
- Muchos sienten que los coaches son la competencia para su negocio, y que además se venden mejor y a precios más caros. Cuántas veces habré oído eso de: «si no hubiera tanto coach mi negocio iría mejor…»
- Otros piensan que deberían estudiar coaching, pero más que por tener más herramientas para trabajar con sus clientes, para vender mejor con ese título. Y en verdad, nunca sucede eso.
En resumen y según mi visión, en realidad se produce un distanciamiento que no tiene mucho sentido, ya que la mayor parte del mercado está como hemos visto autorregulado por cómo el cliente percibe a un profesional o a otro.
Además, por lo general los coaches saben hasta dónde pueden llegar con sus clientes y cuando detectan que no está entre sus competencias, suelen derivar a un psicólogo.
De hecho ahora mismo, en tiempos de crisis de coronavirus, son precisamente los psicólogos unos de los pocos profesionales que no tienen mucho de qué preocuparse, ya que su producto es concebido como algo necesario y la gente, a pesar de la crisis, sigue teniendo la necesidad de invertir en ellos.
En cambio, en el mundo del coaching, la cosa es distinta, ya que al ser un producto recibido como algo menos necesario, ocurre que también es más prescindible, y muchas personas deciden dejar de invertir en estos profesionales.
Muchas veces ponemos el foco en la competencia, cuando en realidad lo que necesitamos es mirar nuestro propio negocio y lo que realmente necesitan nuestros clientes. ¿Qué tenemos que cambiar para hacerlo mejor? Diferenciarnos, fidelizar, saber comunicar y visibilizar nuestro trabajo y nuestro valor. Casi nunca el problema está fuera.
¿Y qué pasa con los psicoterapeutas no-psicólogos?
Poco se piensa en ellos y ahí es donde sí hay cierta ambigüedad.
La realidad es que los clientes no saben la diferencia entre un terapeuta y un psicólogo, ni entre psicoterapia o sesiones psicológicas. Todo son sinónimos para ellos.
Pero ese debate te lo dejo para los comentarios, para que me digas qué opinas tú de lo que está pasando en el mercado, si hay intrusismo real o no, si sientes que falta regulación o si crees que las dos profesiones pueden coexistir sin problema.
Te leo 🙂
Adela dice
Muy de acuerdo con lo que dices. Los coaches no vamos más allá de los objetivos que busca el cliente, normalmente son profesionales o si son personales con unas pocas sesiones encuentran su propia respuesta, en cambio si el problema es más profundo siempre o por lo menos debería ser así se deriva a los psicólogos o psicólogas que para eso tienen sus estudios y su especialización. Los problemas emocionales que son para tratar en sesiones con psicólogos deberían ser tratados por ellos ya que es muy peligroso tratar una depresión o cualquier problema más grave por otro profesional que no sea ellos o ellas.
Ana Sastre dice
Hola Adela! Muchas gracias por compartir tu visión. Creo que efectivamente, cada profesional sabe cuál es el momento de derivar, y que tomando esa responsabilidad hay lugar para todos 🙂
Fran dice
Tu visión del coaching es muy muy sesgada, deberías entenderlo mejor antes de escribir algo así.
El Coaching no es terapia aunque puede ser terapéutico para las personas. Se enfoca al futuro (conseguir el objetivo) y la terapia al subyacente de lo que le está ocurriendo a la persona.
No tiene nada que ver con la profundidad del cambio de las personas, conseguir algo o resolver un problema requiere diferentes profundidades de cambio a nivel pensamientos (valores, creencias), emocional y conductual.
Los Coaches derivamos a los Psicólogos cuando se trata de un tema profundo relacionado con traumas, y no nos asusta la profundidad emocional de los clientes, al revés muchos acuden a los Coaches porque no se sienten «juzgados» les pase lo que les pase, porque no les hacemos un diagnóstico, simplemente avanzan y crecen como personas. Ellos encuentran su propio modo de avanzar, crecen porque es su propio esfuerzo y mérito.
Lo que es cierto es que no debería haber ningún tipo de competencia, de hecho son complementarios para personas que necesitan mucha ayuda. Resolver el pasado y la motivación al futuro es algo 100% complementario.
Los psicólogos y coaches que ven intrusismo, en ambos casos, para mi me denotan una falta de profesionalidad, pues si tus miedos te hacen comportarte así, no querría que fueras ni mi coach ni mi terapeuta. Aprendamos del respeto, la colaboración y la suma de disciplinas orientadas al crecimiento y ayuda a los demás.
Saludos!
Marta dice
Totalmente de acuerdo con cada una de tus palabras
Ana Sastre dice
Hola Fran, gracias por tu comentario 🙂 No sé a que sesgo te refieres, en el artículo no digo que el coaching sea lo mismo que la terapia (y efectivamente, tiene un enfoque distinto pero igual que también hay distintos enfoques dentro de la psicología y la psicoterapia y podríamos subdividirlo mucho) sino que hablo del discurso que hay entre los distintos profesionales, y lo que sucede en la realidad a la hora de que elija el cliente.
Ambos profesionales en vuestra comunicación podéis hablar de afrontar miedos, de mejorar la autoestima, de encontrarse perdido… con lo cual es normal que pueda haber cierta confusión desde el punto de vista del cliente. Y los psicólogos no sólo tratan traumas, sino que pueden tratar muchos temas según la especialidad.
Por eso como indicaba en el articulo arriba, aunque haya cierto «solape» en los temas a tratar, lo importante es saber hasta llega cada uno y cuando ya no es el campo que domina. A veces esto se puede ver nada mas conocer a la persona, pero otras veces se descubre tras varias sesiones.
Mi experiencia es que los profesionales que he conocido son muy responsables en ese aspecto y cuando ven que no es su campo derivan a otro profesional (ya sea un coach que deriva a un psicólogo, o entre los mismos psicólogos).
Se convierte en «coopetencia» más que competencia.
Ana Cristina dice
Me desempeñó como Impulsadora de Cambios con varias tipos de herramientas y disciplinas, entre ellas Coaching Ontológico, Psicoterapia y Neurociencias aplicadas entre otras. Atiendo individuos, grupos y empresas.
Hace muchos años comprendí la complejidad del ser humano y mi desempeño va orientado a profundizar lo que acontece, lo que paraliza, hace desistir y genera que las situaciones se repitan.
No creo en una sola herramienta el ser humano va más allá de eso y demanda diversas acciones que generen respuestas y un verdadero AUTOCONOCIMIENTO que les proporcione crecimiento e independencia.
La competencia puede existir cuando nos olvidamos de que somos servidores y de nuestra propia limitación para prestar el servicio. Es un alma al servicio de la otra donde no hay supremacía, ambas crecen.
Gracias
Ana Sastre dice
Estoy muy de acuerdo contigo Ana Cristina. Las herramientas son herramientas. Y las tenemos que usar al servicio de nuestra misión como profesionales.
Y es el profesional responsable en que sigue investigando, el que sigue formándose y el que sigue siendo autocritico (en el buen sentido) para ir ampliándo sus propios límites y ser mejor profesional para con sus clientes. Sobre todo, como dices cuando se trabaja con seres tan complejos como son los seres humanos.
Gracias por compartirlo!
adriana dice
Hola Ana,
Pues no sé exactamente para que has escrito el artículo porqué como profesional en Marketing online experta en este sector no veo una mirada clara ni precisa del trabajo de unos ni de otros.
Una mirada del sector sesgada, poco precisa, llena de imperfecciones y poco documentada.
Una pena ya que podría ser interesante la discusión, aunque no partiendo de estos parámetros.
Saludos
Ana Sastre dice
Hola Adriana, no era mi misión aquí valorar si el coaching es mejor o peor que la terapia. Me entra la duda de si has entendido bien el artículo.
En el comparto la visión de las preocupaciones de los profesionales que llegan a mi consulta y como se contrapone con la visión del perfil de cliente a la hora de elegir. Mi opinión sobre las distintas herramientas quizás para otro artículo, pero no era el objetivo de este. Creo que si lo vuelves a leer quizás te darás cuenta.
Diego Ongay dice
Definitivamente yo soy un psicoterapeuta no psicólogo y concuerdo que la terapia es un arte, no una profesión como tal. Un psicólogo puede ser pésimo terapeuta, y hay personas que tienen facilidad y estudio para el arte de la terapia. Yo creo que si a los pacientes (clientes desde el humanismo) obtienen resultados y cambios en su proceso personal, importa poco la credencial y aspecto específico.
Por otro lado, definitivamente creo que el coaching esta enfocado en lograr resultados, y la terapia psicológica es trabajo instrospectivo y más profundo. Obviamente la gente, desde su ego, busca más el cambio inmediato que la profundidad y es importante dar importancia a tomar lo profundo. En ese sentido es más afín y popular el coaching, más bien los terapeutas tienen que saber buscar quiénes sí están dispuestos a tener un trabajo profundo, que conlleva a mayor valentía, las cosas como son.
Diego Ongay dice
Acabo de tomar unas sesiones de coaching que me sirvieron muchísimo para empezar a emprender, pero como facilitador humanista debo de admitir que la persona de autoconocimiento no es muy profundo a diferencia de mi proceso personal que tomo y acompaño.
Pero la parte de lograr cambios, establecer objetivos, tener claridad de qué quieres, mantenerte presente y cómo lograr lo que queires es sumamente recomendable.
Ana Sastre dice
Genial que hayas compartido tu experiencia Diego! Claro, estoy de acuerdo de que cada herramienta tiene su utilidad y su momento. Y lo importante es tomar esa consciencia como profesional y ver si el cliente que acaba de llegar a nuestra consulta tiene un problema con el que le podemos ayudar y está en el momento adecuado.
Muy util tu comentario para ver una experiencia personal y profesional en el mismo lugar 🙂
MartaQ dice
Soy psicóloga. Gracias por el artículo, me ha dado que pensar. Por ley los únicos que pueden intervenir en salud mental son los psicólogos sanitarios o clínicos (y psiquiatras, evidentemente). La prevención también entra dentro de este ámbito sanitario, no necesariamente hacen falta traumas o patologías para ir a un psicólogo, ni mucho menos. Por otro lado el psicólogo es el que realiza una carrera específica (4 años, antes 5) que trata sobre la conducta, el pensamiento y las emociones humanas (y seguramente algún que otro máster) así que a mí entender son los que mejor preparados están para acompañar en procesos de cambio vital. Por otro lado estamos colegiados, nos regulan y tenemos un importantísimo código deontológico que si nos saltamos el colegio nos puede inhabilitar. Por qué elegir entonces a una persona que no nos aporta todas esas garantías por el mismo precio? No tiene sentido….a no ser que el cliente como bien dices no sepa las diferencias, ahí si que hace falta más labor educativa por parte de los psicólogos.
Tengo una curiosidad, si eres tan amable de contestarme, como experta en marketing…es posible que meternos a todos en el mismo saco como tus posibles clientes haga que tus potenciales clientes psicólogos (y médicos tal vez) no se echen un poco para atrás? Yo, por si te sirve, sí que tengo en este sentido sentimientos encontrados. Gracias. Un saludo
Ana Sastre dice
Marta Q, muchas gracias por tu comentario, creo que como bien dices hay mucho de reflexión aquí.
Sí, técnicamente la duda es ¿si el psicólogo puede resolver los mismos problemas que el coach, entonces por qué ha surgido y crecido la figura del coach en el mercado? A nivel de habilidades profesionales creo que quizás las personas más adecuadas para responderte son, precisamente los psicólogos que luego se han formado en coaching. Algunos clientes que he tenido que lo han hecho, han hablado de ese enfoque más práctico, por objetivos. Al igual que otros psicólogos se forman en escuelas de terapias, porque quieren encontrar un enfoque más humanista de trabajo u otras herramientas. Pero ya te digo, que si «hay alguien en la sala que haya realizado las dos líneas» será genial leer su comentario.
A nivel de marketing, te diré que en todos los sectores se debería pensar en conjunto para hacer una buena marca profesional. Sería interesante que los propios colegios de psicólogos promovieran eliminar prejuicios sobre los profesionales y sus consultas («esa imagen fría de clínica, donde te sientan en un diván, y te empiezan a sacar traumas, y nunca sabes cuando dejaras la terapia…»).
Sé que no es así, créeme. Pero, prejuicios haberlos haylos. Y eso se trabaja con comunicación a nivel del sector.
Y contestando a tu última pregunta, sé que hay asperezas entre las distintas lineas profesionales, y que a veces que os haga un artículo incluyendo a varios os duele. Pero la realidad es que al trabajar en un sector donde el cliente puede ser el mismo, tengo que hablar de las dos partes, porque sois actores que interactuáis. Y también creo que hay que dar menos fuerza a las etiquetas porque os hacen daño. Un buen profesional, es aquel que actúa de manera responsable, es consciente de sus límites y crece y se forma en las herramientas que sean necesarias para ayudar mejor a sus clientes/pacientes.
Hoy eres «María» psicóloga, pero mañana te formas en EMDR, pasado en Gestalt y un poco después en coaching. Sigues siendo «María», pero has buscado ser mejor profesional y poder ayudar mejor a tus clientes. Eso es lo que realmente importa.
Alberto JD dice
Hola Ana,
Muy buena reflexión.
Estoy de acuerdo que el mercado en general se autorregula .
Aunque siempre puede haber alguien que sin ninguna formación se pone hacer coaching.
Esto si que puede ser un problema ya que si la persona no esta bien formada, puede no saber bien donde esta el limite.
Esto me preocupa, por que puede desprestigiar la labor de un coach que si que esta bien formado.
Pero como comentas al final, hay que fijarse en como podemos dar el mejor servicio a nuestros clientes.
La competencia no existe :).
Gracias por el post,
Un saludo,
Alberto JD
Merce dice
La Psicología es una profesión regulada y robusta, con todas las garantías que eso ofrece. NO puede ser equiparada a un «oficio» que ni siquiera exige formación precisa. Cualquiera puede autodefinirse coach y hasta definirlo como le da la gana. Decir que un coach puede derivar si lo ve necesario es una mentira descarada que solo fomenta el intrusismo profesional. Un coach no tienen ninguna formación en evaluación y diagnóstico, ¿cómo haría entonces para derivar si no cuenta con las competencias formativas? Imposible. Y hasta ridículo el planteo. Y no solo eso, atenta contra el propio paciente/cliente, porque deja de acceder a los servicios que realmente necesita.
Por otro lado, es otro error garrafal creer que la Psicología se dirige exclusivamente a personas con profundos problemas mentales. Decir eso, es no saber qué es la Psicología. Por el contrario, la profesión ofrece todos los servicios sobre salud mental, incluida la promoción de la salud y el desarrollo personal. Por lo que la figura de coaching fuera de la psicología, una vez más, no es más que intrusismo profesional. Gente que quiere saltarse el sacrificio de formarse en serio y acceder por la vía rápida y cobrando lo mismo (o más) que un profesional serio.
Más arriba en un comentario una persona decía que era un «psicoterapeuta no psicólogo». Un excelente ejemplo de intrusismo profesional y de cómo éste actúa. En España es literalmente un delito penal ejercer como psicoterapeuta sin la titulación y la habilitación colegial como psicólogo/a.
Saludos,