¿Estás pensando en empezar a delegar parte de las tareas de tu negocio pero tienes mil dudas?
No sabes si es mejor una ayuda puntual o tener a alguien fijo, o si trabajar con autónomos o con salarios parciales, ni por qué tareas es mejor empezar…
Es absolutamente normal hacerse todas estas preguntas. Por eso, te quiero hablar de en qué momentos clave de tu proyecto deberás delegar tareas y qué tareas concretas, para poder seguir creciendo de manera sostenible y sin quemarte.
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Tabla de contenidos de este post
Antes de tomar la decisión de empezar a delegar
Si la idea de empezar delegar lleva un tiempo dando vueltas en tu cabeza, lo primero que te recomiendo es que reflexiones acerca de tu situación con 2 preguntas:
- Por una parte te tienes que preguntar es si tiene sentido para ti ahora empezar a delegar.
- Y en segundo lugar qué tipo de ayuda necesitas tú concretamente acorde a esta etapa.
Vamos a ver en detalle estos dos puntos, pero antes quiero decirte que: delegar no es un proceso fácil ni que va de la noche a la mañana, sobre todo cuando estamos hablando de una colaboración a largo plazo.
¡Delegar requiere un tiempo de transición y aprendizaje!
Yo ahora tengo un equipo de 6 personas y algunos colaboradores puntuales, pero todo empezó poquito a poco y encontrar la persona que me cuadraba para cada «rol» en algunos casos no fue una cosa de «acertar a la primera».
Delegar es una decisión que te va ayudar mucho a crecer y a conciliar mejor tu vida personal y profesional, pero tienes que tomarte tu tiempo para encontrar la persona, validar que funcionáis bien juntos, y que aprenda a darte mejor servicio y tú a delegar mejor y ser un mejor «jefe».
De hecho, una de las situaciones más comunes que me suelo encontrar con mis clientes que quieren delegar, es que no son conscientes hasta que se ponen de:
- La responsabilidad que conlleva.
- Lo difícil de un proceso de selección.
- Los miedos sobre si encontrarán una persona adecuada.
- Sobre no saber qué tareas delegar, o cómo comunicar.
- Sobre si tendrán suficientes ingresos para pagar de forma recurrente, o qué pasa si no funciona, y un largo etc.
Así que poquito a poco y con paso firme, aunque ahora estés deseando soltar cosas, recuerda que esto va a ser un proceso.
¿Tienes sentido para ti delegar ahora? ¿Qué delegar en cada etapa del proyecto?
Bien, esta respuesta dependerá de tu situación, pero yo he establecido 4 momentos clave que te harán plantearte delegar ciertos aspectos.
Primer caso: estás empezando, y aún no tienes muchos ingresos
Si estás empezando y no tienes otra fuente de ingresos, no te recomendamos delegar a lo grande.
Lo más interesante en esta etapa es invertir solo en algunos temas puntuales, evitando los gastos recurrentes de equipo, e intentar que tus inversiones vayan relacionadas con temas de marketing, ventas y visibilidad.
- Por ejemplo, que un diseñador cree tu web, o te haga una campaña de publicidad para conseguir visibilidad.
- Los únicos gastos recurrentes que tienen sentido en este caso, es tener un asesor que presente tus cuentas trimestralmente o alguien que lleve el mantenimiento básico de la web para poder dormir tranquilo.
Como ves, no tiene sentido aquí tener una secretaria, ponerte a crear cursos o a automatizar procesos de venta.
Esto son cosas para gente que ya tiene la marca posicionada ingresos estables, y que generan gastos recurrentes cada mes que ahora mismo no te convienen para no ahogarte.
Segundo caso: estás empezando, y tienes ingresos
¿Tienes un flujo regular de ingresos o tienes otro trabajo que te ayuda a cubrir tus gastos actuales? En ese caso, sí que te puedes empezar a plantear tener una persona de apoyo de manera regular. Así podrás avanzar a buen ritmo.
Tercer caso: tu proyecto ya genera ingresos.
En este punto yo te propongo que para las cosas puntuales sigas contando con algunos colaboradores con los que trabajas por proyectos. Por ejemplo, si quieres que te monten la parte técnica de un curso online, es mejor que te hagan un presupuesto y así tendrás mejor controlados los gastos.
Pero luego va a haber tareas que son muy del día a día y que te vas a tener que plantear delegar.
Las primeras tareas a delegar son las tareas “horizontales”
Esas que son del día a día del negocio: las redes sociales, contestar emails, actualizar algunas cositas de la web, dar formato a documentos, edición de vídeos… Tareas del día a día que no tienen realmente nada que ver con tu trabajo con el cliente pero que son necesarias para tu negocio.
Para esto lo mejor es tener algún perfil de asistente virtual contratado unas horas a la semana para este tipo de tareas.
Empieza quitándote las tareas que más energía te gastan, porque así no solo liberarás tiempo sino que te sentirás menos cargado.
Además podrás dedicar tu tiempo a cosas más importantes y verás como eso ayuda a crecer tu proyecto.
Cuarto caso: tu agenda está llena… ¡de clientes!
Porque no es lo mismo tener la agenda llena de las diferentes tareas de tu negocio que solo de sesiones.
Si has llegado ya a este punto, a ti lo que te interesa es empezar a delegar las tareas verticales.
Es decir, lo que te está pidiendo el proyecto es que empieces a delegar parte del trabajo con el cliente porque eso es lo que te está limitando.
El proyecto te está pidiendo que metas algún terapeuta extra en el equipo para ir atendiendo a nuevos pacientes.
Si esto te asusta un poco todavía, aquí te dejo una guia para hacer tu plan de delegación & conciliación para que dejes de vivir únicamente para trabajar 😉
Recuerda que crear un equipo es un proceso que no se consigue de la noche a la mañana. Puedes empezar delegando algunas horas e ir aumentando a medida que tu empresa crezca.
Por cierto, si has detectado que estás en el momento de delegar, recuerda que puedes contar con nosotros en nuestros servicios de Visibilidad 360.
Nunca olvides lo importante que es tu trabajo, y que aprender a ponerlo en valor es parte de tu misión. Cuéntame, ¿has empezado a delegar ya? ¿Qué tal fue la experiencia?
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