Son incontables las veces que a lo largo de mi vida he tenido que escuchar, unos segundos después de haber pasado con mi bastón por delante de una pareja o grupo de paseantes, un contundente «¡pobrecito!» o un apenado «¡qué lástima!«.
En realidad más que un desgraciado yo me siento un inmenso afortunado. Sí, sí, creo que es una gran suerte que mi discapacidad visual me haya permitido aprender tantas cosas valiosas sobre la vida. Tenía razón Helen.
La vida nos reparte unas cartas, al azar, pero aquí lo importante es cómo juguemos tú y yo. La información que capten nuestros ojos es una nimiedad en comparación con la trascendencia de cómo nos percibimos a nosotros mismos y a nuestras circunstancias.
Cuando me empecé a embarcar en mi primera aventura como emprendedor me crucé con un dato demoledor: entre el 50 y el 90% de los proyectos fracasan y cierran antes de que transcurran 3 años.
Tras dos años de investigación y mis primeros meses disfrutando como nunca en mi vida con mi propio proyecto, Vivir sin Límites, he descubierto muchos de los secretos y cómo mi discapacidad me había estado ayudando, sin yo ser consciente, a prepararme para ser un mejor emprendedor.
Ahora quiero compartir mis reflexiones y aprendizajes contigo. Nos une infinitamente más de lo que nos separa. Nuestros retos personales, emocionales y profesionales son los mismos así que olvida los «póbrecitos» y tampoco me gustaría que me consideraras nada parecido a un «héroe de la superación«.
Tabla de contenidos de este post
- 1 1. La riqueza de la mirada interior
- 2 2. Imaginar para crear en vez de ver para creer.
- 3 3. Creer en ti cuando los demás no lo hacen
- 4 4. El coraje, tu mejor compañero de viaje
- 5 5. La derrota sólo afecta a quien se niega a volver a intentarlo
- 6 6. Lo que me enseña tener visión de túnel
- 7 7. Sin vista, pero con visión
- 8 8. Cuatro ojos ven más que dos
- 9 9. Los oculistas también enseñan a emprender
- 10 10. La auténtica discapacidad es tener una actitud negativa ante la vida
1. La riqueza de la mirada interior
Es posible que la enfermedad degenerativa que me ha tocado vivir, la retinosis pigmentaria, haya favorecido que desde bien pequeño me beneficiara de mirar hacia dentro.
¿Qué disfruto de verdad haciendo? ¿Cómo me gustaría que fuera mi vida? (No a mis padres, ni a mis amigos, ni a los personajes de la serie de moda…sino a mí) ¿Cómo, cuándo y con quién trabajo mejor y más a gusto? ¿Qué me hace levantarme repleto de energía y acostarme repleto de paz?
Efectivamente…
2. Imaginar para crear en vez de ver para creer.
Una de las canciones que más han marcado mi vida es Imagine, de John Lennon. Desde bien pequeño siempre fui bastante soñador. Me gustaba imaginar para crear otros mundos posibles.
Las personas ciegas solemos desarrollar la creatividad para enriquecer el día a día pues no podemos acceder a gran cantidad de estímulos que además en nuestra sociedad son predominantemente visuales. Para lo que hay que ver en ocasiones…¡menuda bendición!
Al margen del siempre positivo sentido del humor, imaginar y desarrollar nuestra creatividad nos sitúa a todos en un rol de guionistas en vez de ser meros espectadores de lo que sucede.
En esta vida podemos quejarnos y esperar a que nuestros ojos vean lo que quisiéramos ver y así creer que era posible.
O podemos ser actores del cambio, creando primero en nuestra mente la solución o mejora en la que creemos para luego transformarla en realidad y permitir que los espectadores pasen a creernos a nosotros.
3. Creer en ti cuando los demás no lo hacen
Cuando mi madre trató de encontrar un buen colegio para mí fueron muchos los que rechazaron de pleno «complicarse la vida» con un niño que tenía una discapacidad visual.
Ya de más mayor comprobé como muchos profesores creían que era imposible que pudiera aprobar su asignatura. Tras demostrar una y otra vez como se equivocaban al no confiar en mis posibilidades me enfrenté a un nuevo «no podrás, no creo en ti«.
Es duro entrar ilusionado a una entrevista de trabajo para el cual estás muy preparado y darte cuenta de que todo lo que el entrevistador veía de bueno en tu currículum se derrumba al comprobar que entras en la sala con un bastón.
Es duro notar que quiere acabar la entrevista cuanto antes y que habla contigo por mera cortesía.
La verdad es que me he enfrentado a muchas personas que creían que yo no iba a poder. Aún hoy cuando opté por perseguir mis sueños con mi proyecto emprendedor me he encontrado con mucha gente escéptica que no augura más que fracaso.
Por experiencia te digo, cuando te encuentres con personas que tratan de convencerte de que no vas a poder, ¡no les hagas ni caso y, a ser posible…aléjate! Si es lo que realmente deseas, confía en ti, ves a por ello y tómate esa desconfianza como un reto.
4. El coraje, tu mejor compañero de viaje
Recuerdo con una enorme felicidad el momento en que me licencié en Psicología, o cuando obtuve una nota promedio superior al 9 en el Máster de Formación del Profesorado que realicé al mismo tiempo que trabajaba en una empresa de consultoría por las mañanas.
Cuando pienso en mi aventura como estudiante de intercambio en Estados Unidos o en mi hermoso fin de semana realizando una travesía en kayak por las paradisíacas costas de Ibiza…lo admito, se me dibuja una sonrisa en la cara, de oreja a oreja.
¿Sabéis lo que tienen en común todas esas experiencias maravillosas? Antes de realizarlas sentí miedo. Eso sí, optar por una actitud de coraje y seguir adelante siempre me trajo las mejores consecuencias.
5. La derrota sólo afecta a quien se niega a volver a intentarlo
La retinosis pigmentaria implica, entre otras cosas, que necesite un bastón para poder moverme por las calles, que tenga que escanear cualquier papel con la esperanza de poder acceder digitalmente a su contenido.
Y que busque una y otra vez soluciones con programas informáticos que transforman texto en voz y me permiten navegar por internet o escribir este post.
Es cierto que es sabio pedir ayuda en ocasiones y también que todos tenemos días en los que sentimos que no podemos más, en los que queremos tirar la toalla y optar por un camino más cómodo, más sencillo.
6. Lo que me enseña tener visión de túnel
Otra característica de mi enfermedad es que me hace tener «visión de túnel». Esto significa que tengo un campo visual mucho más reducido del habitual, percibiendo sólo lo que está justo frente a mí, como si mirara al mundo por un pequeño tubo.
Cuando empecé a revisar diferentes investigaciones en materia de éxito emprendedor me di cuenta de que uno de los mayores peligros para quien empezaba con un proyecto era la falta de foco. La dispersión descontrolada siempre acababa en desastre.
Si tienes una web o un blog y quieres aportar valor a mujeres jóvenes apasionadas por la moda, ¡no pierdas tiempo tratando de atraer a tu negocio online a hombres que prefieren 7 domingos seguidos en casa de los suegros a una hora en un centro comercial!
Parece obvio pero todos podemos caer en ocasiones en las redes de querer abarcarlo todo y todo a la vez.
7. Sin vista, pero con visión
Una vez que tenemos claras nuestras metas y el porqué de nuestra aventura personal o profesional toca pasar a la acción. Para ello nada peor que «dar palos de ciego», tomando decisiones sin planificar el camino que queremos recorrer.
Hay una fórmula que siempre me ha funcionado en los diferentes retos que me he ido proponiendo en la vida. Antes de echar a correr como pollos sin cabeza, empápate bien de cuáles son las claves de la buena marcha de quienes ya han recorrido esa ruta.
A partir de allí crea una estrategia fundamentada aunque adaptada a tus necesidades y preferencias. ¿Qué pasos podríamos seguir? ¿Qué dificultades tendremos y cómo las podremos afrontar? ¿Qué manera de hacer las cosas está dando mejores resultados?
8. Cuatro ojos ven más que dos
Lo sé, en mi caso eso no es muy difícil, pero créeme que al unirte, si lo haces bien, siempre saldrás ganando. Procura, eso sí, unirte a personas que te complementen y, a ser posible, mejores que tú para así aprender lo máximo posible.
En muchas ocasiones he necesitado algún ayudante visual que pudiera echarme una mano con ciertas tareas con las que, por mucha perseverancia que tuviera, no podía solventar sólo.
Te confieso una cosa: he descubierto personas y talentos increíbles gracias a perder el miedo a pedir ayuda y aprender a cooperar. Si me hubiera obcecado en hacer las cosas sólo, ¡cuánto me habría perdido!
9. Los oculistas también enseñan a emprender
Desde muy niño tenía que acudir cada seis meses al oculista para que hiciera un seguimiento de mi enfermedad en la retina. Iba con el ceño fruncido pues aborrecía la espera, las gotas y las pruebas que se repetían año tras año.
Estudiando casos de emprendedores que habían aprendido de sus fracasos y mientras elaboraba mi propio plan de negocio me di cuenta de algo.
Los oculistas nunca me dieron las gafas que a ellos les servían para ver mejor. Tampoco me daban las mismas gafas que a otros chicos o chicas con retinosis pigmentaria.
Esos antipáticos oculistas probaban y probaban y me preguntaban para que les dijera como veía yo con esa graduación y estilo de gafas concreto. Año tras año volvían a hacer una serie de pruebas y me volvían a preguntar.
Querían saber cómo me había sentido usando las gafas en mi día a día y cada cierto tiempo modificaban algún aspecto para encontrar la mejor opción para ese momento en mi vida.
10. La auténtica discapacidad es tener una actitud negativa ante la vida
Durante algunos años me sentí víctima de mi discapacidad. Lo consideraba un castigo divino que no comprendía y me parecía tremendamente injusto que esa circunstancia no elegida me condenara a vivir limitado, menos capaz y feliz.
Afortunadamente, tras varios años de profundizar en el maravilloso mundo del desarrollo personal pude hacer mía una mirada completamente diferente sobre la realidad.
El principal obstáculo entre donde una persona está y donde quiere estar se llama miedo. La creencia más destructiva que una persona puede tener es pensar que no es valiosa y que no es capaz de lograr aquellas cosas que en verdad anhela.
Sin ninguna duda, la auténtica discapacidad es afrontar la vida con una actitud negativa. Si buscas una vida plena…
Ana Costa dice
Hola, Carlos.
Muchas gracias por estas 10 claves imprescindibles que nos recuerdan que, absolutamente todo, depende de nuestra actitud y de cómo nos comportemos frente a lo inevitable.
Las comparto al 100% y estoy de acuerdo contigo en que, la auténtica discapacidad es tener una actitud negativa frente a lo que la vida nos depara, cuando no es como nos gustaría.
Si aprendemos, como tú has hecho, a mirar con otros ojos cada obstáculo, seguro que nos irá mucho mejor.
Enhorabuena por tu maravilloso proyecto y por enseñarnos, con tu honestidad y tu cercanía, que somos capaces de muchísimo más de lo que pensamos, si creemos en nosotros mismos y le ponemos al mal tiempo constancia, coraje y una actitud a prueba de lo que nos echen.
Y a ti, Ana, muchas gracias por aportarnos tantísimo y por ayudarnos tan sabiamente en este apasionante camino del emprendimiento al servicio del bienestar de los demás. Es un auténtico lujazo recorrer este camino a tu lado.
¡Un fuerte abrazo a los dos!
Carlos Arbós dice
¡Hola Ana! Totalmente de acuerdo contigo, afrontar la vida sin la actitud adecuada es como viajar en un avión sin alas. En ese sentido hay una frase de uno de los ejemplos de superación que analizo en mi web, Nick Vujicic, que me encanta: «Actitud es altitud». ¡Muchas gracias por tus palabras!
Ana Sastre dice
Gracias a ti Ana por compartir tu visión y por esa energía tan positiva que tienes siempre. Un abrazo y a volar!
Begoña dice
Me ha gustado mucho el artículo, Carlos!
Estoy completamente de acuerdo con lo que cuentas.
Y me encanta eso de imaginar para crear, yo así lo siento también 🙂
De todo lo que nos sucede podemos sacar la parte que nos beneficia aunque en un principio no nos demos cuenta. En la vida todo pasa por y para algo que es lo mejor para cada uno de nosotros, para nuestro crecimiento, autoconocimiento, evolución o como cada uno quiera llamarlo.
Gracias por compartir tu experiencia.
Y Gracias también Ana por ser la anfitriona.
¡Abrazo!
Carlos Arbós dice
Es genial que compartamos así una visión sobre el mundo que tenemos ante nosotros. Sin ninguna duda la imaginación es una de las mayores bendiciones que tenemos los seres humanos. ¡Merece la pena aprovecharla! Un abrazo para ti también 🙂
Ana Sastre dice
De nada Begoña! me encanta poder poner mi granito de arena en proyectos que todos deberían conocer 🙂 No podría hacerlo de otra manera!
Tere dice
Hola Carlos! Una vez más nos das una lección de vida. Bueno en este caso 10.
Me encanta lo de tener visión, no vista.
Creo que todo lo que dices es aplicable a cualquier aspecto de la vida. Y es que la clave es escucharse sin juicios y hacer lo que un@ siente de verdad.
Y para eso hace falta valentía, sí señor. Porque el miedo siempre está ahí como algo instintivo desde que el hombre es hombre (o la mujer es mujer :P).
Me ha encantado!
Carlos Arbós dice
Tere, efectivamente creo que las reflexiones y herramientas que he tratado de aportaros sirven para cualquier persona, con o sin discapacidad, y para cualquier reto personal o profesional al que nos podamos enfrentar. Emprender no es únicamente crear y gestionar una empresa o un proyecto como autónomo. Emprender es transformar nuestras ideas y nuestros anhelos en acción. Es optar por seguir adelante pese a tener algunos miedos y tratar de hacerlo con el mindset (conjunto de actitudes y habilidades mentales) más adecuado para lograr lo que pretendemos. Nuestra biología, con sus millones de años de evolución, está preparada para ayudarnos a sobrevivir y no para facilitarnos ser felices. Ese es uno de los problemas del miedo. Para quien no se conforme con sobrevivir y quiera vivir plenamente es necesario aprender a gestionarlo y tomar el mando. ¡Un abrazo y muchas gracias por tus palabras!
Ernesto dice
Hola Carlos,
Gracias por regalarnos estas 10 claves para ser emprendedor. Estoy de acuerdo contigo en todas y cada una de ellas. Gente como tú son las que aportan su granito de arena para construir una sociedad mejor.
¡Muchas felicidades!
Carlos Arbós dice
¡¡Gracias a ti Ernesto!! Es un auténtico placer poner ese granito de arena…entre todos podemos ir creando una hermosa playa. Un abrazo
Jesús Matos dice
¡¡¡Carlos!! ¡¡¡Vas como un tiro!!!! Eres un fenómeno. Muchísimas felicidades por este post y por volver a dejar claro que la última libertad humana es cómo nos tomamos los acontecimientos de este mundo. Ole tus narices, haciendo de un «discapacidad» una ventaja.
Un abrazo fuerte
Carlos Arbós dice
¡Muchas gracias Jesús! Eso de la última libertad humana me ha traído a la mente un maravilloso libro que leí en su día: El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl. Otro gran ejemplo de que lo más importante no son las circunstancias en sí sino cómo nos las tomamos y qué hacemos con ellas. ¡Un abrazo!
FRANCISCO JAVIER GUTIÉRREZ DÍAZ dice
Querido Carlos,
Agradezco a Ana la posibilidad que me ha dado para conocerte invitándote a su blog.
Aun sigo vibrando con la belleza de tu artículo. La vida es una escuela. A vivir con plenitud se aprende y los mejores maestros siempre son aquellos que mejor aprendieron.
Gracias por tus lecciones de vida.
Un abrazo
Carlos Arbós dice
Gracias a ti por tus hermosas palabras y por supuesto a Ana por brindarme esta oportunidad. Los inicios no acostumbran a ser sencillos pero con personas así apoyándote la experiencia es sin duda mucho más grata. Ha sido un auténtico placer escribir aquí. ¡Un abrazo!
Miguel Aguado dice
Sencillamente, genial. Me encanta. Un 10 para ti Carlos y para ti Ana. Un fuerte abrazo de vuestro admirador incondicional.
Ana Sastre dice
Gracias Miguel por tu apoyo 🙂 Aqui esperamos que nos sigas leyendo!! Un abrazo
Juana Román dice
Me encanta!!!
Carlos Arbós dice
Y a mí me alegra mucho que sea así Juana.
Antoni Carné dice
Magnífico e inspirador post Carlos. Gracias por compartir tu conocimiento y sabiduría. Hace tiempo alguien me dijo, y me resonó tanto que lo integre en mi vida, que sólo hay dos emociones básicas: el miedo o temor, y el Amor. Esta clara tu elección, y al menos a mí me ayuda a perseverar en elegir Paz en mi vida. Un abrazo!