Hay errores que que no se ven venir.
Errores que pueden parecer una ventaja o un camino más fácil.
Errores que salen a la luz cuando menos te lo esperas.
Errores que cuando te das cuenta dices… «¡Ay! Si lo hubiera sabido…»
Yo te voy a contar cuál es ese error cuando contratas una web.
¿Tienes claro qué estás contratando?
Cuando quieres crear tu web tienes que tener en cuenta que necesitarás contratar 3 cosas:
- Tu dominio. Es decir, el nombre de tu empresa del tipo «tuempresa.com». Es como registrar el nombre de tu marca, pero en internet. Y no, tener registrada tu marca no significa que tengas registrado tu dominio de Internet, y si no te lo compras, otro puede hacerlo. Cuesta menos de 10 € al año, así que si no quieres perderlo y aún no lo has hecho, deberías registrarlo ¡ya!
- El alojamiento web (o hosting, o servidor, o como quieras llamarle). Es un lugar «en la nube» para almacenar los archivos, textos e imágenes de tu web. Como un Dropbox en el que pones tu web disponible al resto del mundo. Suele costar entre 30 y 150€ al año. Y como en todo, a más barato, normalmente, menos prestaciones.
- La creación de tu web. O lo que es lo mismo, las horas de la persona que va a estar creando tu web, que irán, en parte, a temas técnicos (instalación en alojamiento, sistemas de seguridad y de conexión con Google…) y a diseño (colores, imágenes, estructura…) .
¿Tienes claro a quién se lo estás contratando?
Como cuenta la abogada Itziar Pernía en su artículo ¿Qué hacer cuando tu proveedor cierra tu web? , lo más habitual es que, cuando llega el momento de contratar , te plantes ante la empresa y le contrates un pack «todo en 1».
Esto es un terrible error, porque acabas de poner tu empresa a manos de un tercero.
¿Qué riesgo tiene firmar un pack todo en 1?
El peligro viene porque en este tipo de contratos, ni el dominio ni el alojamiento web, están legalmente a tu nombre, sino que la empresa de creación web los compra y te los «realquila»(además de cobrarte un margen extra).
Esto significa que si algún día tienes un problema con ellos, tengan el poder total de «cerrarte la web», bloquearte el correo, o simplemente negarte la propiedad del dominio para que no puedas cambiarte.
Una factura sorpresa que te niegas a pagar, un desencuentro con el diseñador, o simplemente una conversación incómoda porque quieres cambiar de proveedor, pueden empezar este tipo de batallas.
Lamentablemente, es una práctica más habitual de lo que parece, ya que muchas empresas informáticas se aprovechan del desconocimiento técnico por parte del cliente para hacerles firmar contratos en los que están claramente en desventaja.
Es incluso lógico que en los términos del contrato se diga que, al principio, se compra todo a nombre de la empresa que gestiona para acelerar el proceso, pero tiene que haber una garantía de que todo quede a nombre del cliente en algún momento.
¿Qué consejos te daría para evitar quedarte enganchado a tu proveedor?
Cosas como «tu web por 30 €…»y por el estilo, nunca son verdad.
Una web decente cuesta unos 1000€, así que lo que diste mucho de eso, tiene trampa.
Los mini precios se usan como gancho, pero ya te digo yo que la empresa te va a cobrar mucho más cuando te tenga enganchado.
Que no te cobren de más por «Servicios burbuja» que realmente no aportan nada (no es extraño ver en contratos algún apartado con 200€ de más con conceptos ininteligibles).
Vigila también que no te quiten prestaciones básicas, para que luego te veas obligado a contratarlas cuando ya esté montada la web.
Un ejemplo típico es que te hagan la web pero no sea responsive, es decir, que no se adapta a móviles ni tablets.
Cuando te das cuenta, con la web ya montada, te dicen que si quieres que sea responsive, debes contratar un «sitio web para móviles», así que tienes que contratar otra web, y te encuentras pagando el doble.
No firmes nada hasta no tenerlo claro, y si tienes dudas, asesórate.
Puedes pedirles que te hagan la gestión, pero asegúrate de que ponen todo a tu nombre. No sólo te saldrá más barato, sino que podrás cambiarte cuando quieras.
Para comprar sólo el dominio te recomiendo Goddady.
Para comprar alojamiento o dominio+alojamiento (con soporte en español) puedes usar Webembresa o OVH.
No hacen asesoramiento en Marketing, diseño corporativo, o copywriting (redacción de textos).
Ellos venden webs, y eso es lo que te van a ofrecer. Y si la montan contigo, lo harán acorde con lo que tú les digas, y la información que tú les pases. No esperes que repasen tus textos, te retoquen las imágenes, te busquen material para completar…
En ese punto, su única responsabilidad es decírtelo para que no te crees expectativas que no son.
Por eso, antes de embarcarte en la aventura, mejor que revises tu estrategia de marketing online con alguien.
Si no, te puedes encontrar con una web preciosa que no funciona.
Si quieres tener total libertad con tu web, además de liberarte de «encadenamiento» del dominio y el servidor, te recomiendo que no contrates una web programada de cero, pues cualquier modificación tendrás que hacerla con el mismo proveedor.
Es mucho mejor una web hecha con gestores de contenidos, también conocida como «de plantilla», que te permita luego modificarla y actualizarla tú mismo sin depender de nadie.
NOTA: No todos los diseñadores webs son iguales, dos buenos ejemplos de profesionales que miran por el cliente y su independencia son Jose Antonio Martín y Javier Gobea
Una forma sencilla de comprobar a nombre de quién está tu dominio y tu servidor si ya tienes una web.
Si quieres comprobar a nombre de quién está tu dominio, hay páginas como Whois domaintools donde metes el nombre de dominio y puedes ver a nombre de quién está.
A veces está oculto (sale la palabra Prohibited) y no lo puedes ver, pero en muchos casos es la manera más sencilla de averiguar si está a tu nombre.
Si no lo estuviera, habla con tu proveedor y coméntaselo. Con un poco de suerte lo arregláis de buenas maneras (que siempre es la mejor forma).
Para el alojamiento, acuérdate siempre de pedir las contraseñas de administrador a tu proveedor. Desde allí es donde puedes gestionar los archivos de tu web, crear correos nuevos, gestionar tu dominio, y por supuesto, ver a nombre de quién está contratado.
Está bien que tengas alguien encargado de esos trabajos, pero no pierdas nunca el 100% del control sobre eso, así que ten tus contraseñas a mano por si acaso.
[Tweet «Cómo comprobar si tu dominio está registrado a tu nombre (y es legalmente tuyo)»]
¿Lo tienes claro?
Resumiendo, el peor error que puedes cometer al contratar una web es firmar algo que te va a dejar a merced de tu proveedor para siempre.
Por eso, si estás en proceso de crearla, no firmes nada que no entiendas y asesórate. Tanto para saber lo que estás firmando, cómo para no contratar servicios que luego no te van a servir de nada.
Tu marca es tu empresa, ¡no dejes que sea de nadie que no seas tú!
Cuéntame:


