Seguramente hayas oído hablar de los famosos “programas de sesiones” donde se venden por paquetes y con objetivos concretos, pero puede que tú no veas claro cómo encajarlo en tu proyecto.
Hace un tiempo escribí este artículo en el que explicaba paso a paso como puedes empezar a trabajar con clientes en este formato, pero sé que según el caso puede ser un poco más fácil o más difícil de aplicar, ya sea:
- Porque te gusta más ir según la «agenda» del cliente (lo que solicite ese día).
- Porque trabajas con diversos perfiles de clientes.
- Porque trabajas procesos de trauma, duelo, psicología infantil… que suelen ser muy complejos de encuadrar.
- Porque la metodología que estudiaste te limita en ese aspecto.
- O porque te sientes más cómodo ofreciendo menos compromiso al cliente.
Por eso hoy te voy a contar varias alternativas para que puedas quedarte con lo mejor de los programas, pero sin tener que vender programas.
Porque sí, también hay alternativas a las sesiones puramente sueltas.
¿Cuáles son las mejores ventajas de los programas de sesiones?
Antes de comenzar, repasemos un momento cuáles eran las mejores ventajas de los programas:
- El pago por adelantado.
- El organizar mejor tu agenda de una forma más previsible.
- El conseguir el compromiso mínimo de sesiones del cliente para que vea resultados.
Pues bien, ahora te voy a presentar 3 opciones que buscan mantener estas ventajas, sin cerrarte a un programa concreto.
Opción #1 – Tener un programa de evaluación
Como te decía, cuando pensamos en montar un programa muchas veces es porque necesitamos que el paciente o cliente haga un mínimo de sesiones para notar un cambio, o para identificar el problema más profundo que hay bajo el síntoma.
Así que teniendo esto en cuenta, una alternativa puede ser que crees un “programa de evaluación”.
Un programa de evaluación podría ser un programa de unas 10 sesiones (o las que tú consideres que necesitas para evaluar el problema) qué son acordadas con el cliente, y a partir de ahí estableceréis las necesidades posteriores.
La ventaja es que consigues ese compromiso desde el principio y que no tienes que ponerle unas expectativas demasiado grandes.
Opción #2 – Tener una sesión suelta inicial a modo evaluación, y luego acordar un número de sesiones y precio mensual
Con esta opción, vas a poner el foco en que una vez has hecho una primera sesión suelta con el cliente, el resto de sesiones, aunque no estén bajo el marco de un programa, sean previsibles en tu calendario y en el pago.
Quiero decir que tras esa primera sesión le propondrás que el protocolo para continuar trabajando sea que, por ejemplo:
- Os veréis todos los miércoles a las 12h00.
- Las sesiones se abonarán de 4 en 4, o bien que haréis dos sesiones al mes (el primer y segundo miércoles del mes) y se abonan a principios de mes..
- …
- ….
De esta forma, no entras en esa dinámica de ir fijando todo sesión a sesión, (que suele espaciar las sesiones y desestructurar tu agenda) y además puedes planificar, prever tus ingresos y cobrar por adelantado
La ventaja de hacerlo así es que te centras en organizar tus pagos de una forma estándar y mensual.
Por cierto, si quieres saber como puedes establecer tus tarifas, te dejo por aquí el enlace a nuestra calculadora de precios.
Opción #3 – Seguir trabajando por sesiones sueltas, pero dejando muy claro el proceso.
La opción más sencilla es aclarar muy bien el encuadre, que a veces se nos olvida.
La idea es que en esa primera reunión que tengáis al comenzar a trabajar, es importante dejar muy claro cuántas sesiones se suelen hacer para notar un cambio, y cuánto suele ser un proceso habitual.
Por ejemplo, decir que habitualmente se necesitan 15 sesiones para hacer un avance importante, pero que dependerá de la persona, así que la idea es hacer 12 sesiones y entonces plantear cómo estamos avanzando (una evaluación) y valorar si seguimos, y si lo hacemos de la misma manera o espaciando.
Con esta opción lo único que buscas es aclarar la necesidad de compromiso del cliente.
Aplicando estas 3 alternativas a los programas de sesiones, podrás quedarte con sus ventajas sin tener que crearlos en tu negocio.
Si quieres darle un impulso a tu agenda y conseguir más clientes, puedes descargarte nuestra guía Acciones rápidas para captar clientes dispuestos a pagar más por tus servicios.
Y tú ¿con qué te quedas? ¿Con los programas, las sesiones sueltas, o alguna de estas opciones intermedias? Te leo en los comentarios 🙂